M édicos de familia y pediatras de Castellón están ya exhaustos en los centros de salud y eso que los meses más críticos por el covid-19 están por llegar, dado que se juntará con otros virus respiratorios propios del otoño-invierno. Profesionales de los centros de salud exponen que el trabajo que les supone el coronavirus, entre el alto número de personas que presenta síntomas compatibles y, sobre todo, la gestión de las pruebas PCR, computa ya el 80% de su carga habitual y les resta tiempo para atender a pacientes con otras patologías.

Los sanitarios consideran clave dotar de más presupuesto a los centros de atención primaria y que las PCR y el rastreo las acometa personal contratado de refuerzo. «Ahora nos toca hacer de médicos de pacientes no covid, cambiarnos para atender a los sospecha de covid y hacer de rastreadores», afirman. No dan abasto y, es más, alertan de que así no pueden ejercer como toca su labor y si no se pone remedio habrá que lamentar la desatención al resto de usuarios cuando empiecen a surgir en meses venideros las enfermedades no detectadas a tiempo.

Otro caballo de batalla de los centros de salud es la telemedicina, con recursos insuficientes mientras la demanda telefónica se ha disparado. «Es un desastre: faltan líneas de atención y personal; y se ha producido un recorte de la atención presencial. La atención primaria ha colapsado por falta de medios y por la improvisación de la Conselleria de Sanidad», aseveró Vicente Navarro, portavoz de Sanidad del sindicato CSIF.

En conclusión, falta presupuesto. El Foro de Médicos de Atención Primaria remitió a principios de septiembre diez demandas a Sanidad para reforzar el sistema. Puntos que suscribe el Colegio de Médicos castellonense. Tras mantener una reunión el jueves pasado están a la espera de que «en 15 días, Sanidad se reúna con Hacienda» y les responda si se engrosa la inversión y qué medidas se podrían adoptar al respecto.

La agenda de muchas consultas está ya «llena hasta octubre» y por ello a través de la aplicación móvil algunos usuarios se encuentran con que no está operativa la posibilidad de reservar cita.

A ello se une la «vulnerabilidad» de doctores y enfermeras de edad avanzada, rozando la jubilación, con más riesgo ante el coronavirus. Y un hándicap más: se pierde la ayuda extra que suponían los jóvenes médicos licenciados que se contrataron para ayudar en las labores de rastreo y que ahora finalizan ya en los centros de salud, principalmente, porque les toca incorporarse para formarse como MIR la semana próxima --del 21 al 25 de septiembre--, y en su mayoría cursarán las prácticas de especialidad en hospitales. H