Los primeros ayuntamientos, entre ellos los de Nules y la Vilavella, ya han aprobado en sesiones plenarias su incorporación a la Asociación para la diferenciación y calidad de la Clemenules de la comarca de la Plana de la Provincia de Castellón, nombre escogido por la Plataforma per la Dignitat del Llaurador para el ente que gestionará la figura de calidad de esta variedad, con la que se pretende aportar valor añadido y mejorar su posicionamiento en los mercados europeos.

Tras la creación de la asociación, todos los actores representados en la entidad (no solo municipios, sino también sindicatos agrarios, cooperativas, pozos y entidades de riego, entre otros) deben aprobar los estatutos y designar a sus representantes en ese organismo, un proceso que el portavoz de la plataforma citrícola, César Estañol, prevé finalizar este mes. Se trata de los pasos previos a la creación del consejo regulador, órgano que determinará las características que deben tener las clementinas nuleras para ser comercializadas con esta figura.

En paralelo a la burocracia, y pese a las dudas que el proyecto genera entre otros en el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, la entidad trabaja con la comunidad universitaria en la justificación del proyecto, que pasa por demostrar que la clemenules de la Plana es distinta de la que se puede cultivar en otras zonas. Pese a que ya existe un trabajo realizado por el ingeniero de la Universitat Politècnica de València, el almazorense Manuel Agustí Fontfría, que demuestra sus «características organolépticas propias», la plataforma también implicará en el proyecto a la Universitat Jaume I, que se encargará de delimitar el territorio protegido por el futuro sello de calidad.