El ritmo de incremento del empleo que vive la provincia de Castellón en los últimos meses, con mejores cifras que en el conjunto nacional, como ha publicado Mediterráneo esta semana, ya que el paro bajó ligeramente también en octubre, alcanza también a algunos de los colectivos con más dificultades de inserción en el mercado laboral, como es el caso de las personas con alguna diversidad funcional.

Los datos publicados por el Ministerio de Trabajo revelan que la contratación en este grupo ha crecido un 11% entre enero y septiembre de este año, cuando se empleó a 742 trabajadores con discapacidad, frente a los 671 del mismo periodo del 2018.

Echando la vista atrás, la evolución se presenta incluso más positiva, ya que el incremento es del 38% sobre los números de los nueve primeros meses del 2015, cuando la inclusión en el mundo laboral del colectivo se limitó a un total de 539 personas.

Aunque las cifras son todavía bajas en términos absolutos, el avance es sustancial, con un ritmo que se ha acelerado durante los últimos cinco ejercicios.

El grupo de castellonenses con alguna discapacidad, al igual que ocurre en el conjunto del país, es uno de los que encuentra mayores dificultades para la inserción en el mercado laboral y, en buena parte de los casos, la contratación corre a cargo de los centros especiales de empleo, que cuentan con ventajas específicas porque la mayor parte de su plantilla procede del colectivo.

En todo caso, desde las organizaciones que defienden su integración, como es el caso de Cocemfe, ponen de manifiesto otra interpretación, dado que apenas ha variado una situación general y todavía hay un 70% de miembros de dicho colectivo que no forman parte del mercado laboral provincial.