Las cifras son desgarradoras. Las consecuencias sociales y económicas del coronavirus han duplicado los casos de pobreza en la provincia de Castellón, desde que se inició la pandemia a mediados del mes de marzo, y así se recogen en los datos aportados por Cruz Roja y Cáritas diocesana, en cuanto a la asistencia social prestada por estas instituciones desde marzo hasta el 30 de mayo.

Unos números que hablan de que más de 75.000 castellonenses han sido atendidos por su riesgo de exclusión social o, en el peor de los casos, porque han alcanzado la pobreza extrema y su situación es de «marginación absoluta», como explicó Juan Manuel Aragonés, director de Cáritas diocesana, que presentó ayer su memoria del 2019, «con unos datos que ya están desfasados», como reconocía el propio Aragonés, «ante la gravedad provocada por las consecuencias del covid-19».

«Un total de 9.248 personas, tanto en acogidas parroquiales, ayudas en alimentación, servicio de empleo, comedores, albergues y pisos tutelados fueron atendidas por todo el personal de Cáritas desde que comenzó el estado de alarma». Unos guarismos que supone «el doble de la atención social en los mismos meses del 2019», según detalló el responsable de Cáritas diocesana.

LA LABOR DEL VOLUNTARIADO // Un plan de emergencia social, bajo el título de Cada gesto cuenta, al que se han sumado «90 voluntarios más y que se han unido a los 940 con los que contaba» la oenegé de la Iglesia católica. Un nuevo contingente de voluntariado que ha recibido «una formación on line exprés», aseguró el director de Cáritas, Juan Manuel Aragonés, y parafraseando unas palabras del papa Francisco, subrayó que «esta pandemia recuerda que no hay diferencias ni fronteras entre los que sufren». «Todos somos frágiles, iguales y valiosos», indicó al resaltar el «gran drama social provocado por la crisis ».

Mientras, Cruz Roja cifra en 65.000 los casos de pobreza asistidos por la entidad filantrópica, 17.000 beneficiados por el reparto de alimentos y 48.000 como resultado de diversas intervenciones, «desde ayudas para buscar empleo hasta acompañamientos para personas mayores en soledad», según describían fuentes cercanas de Cruz Roja.

Este aspecto del acompañamiento a los mayores que viven en soledad es una de las acciones sociales que más se ha incrementado, al tratarse de una población de máximo riesgo ante el posible contagio del coronavirus.

Bajo el paraguas de la campaña Responde, la organización social ha realizado seguimiento telefónico de sus programas sociales para personas identificadas como especialmente vulnerables, puesta a disposición de las autoridades sanitarias de sus recursos humanos y logísticos, acompañando a personal sanitario, recogiendo muestras, trasladando a las personas afectadas, o poniendo a disposición a sus equipos de apoyo psicosocial.

También el plan incluye la distribución y entrega de alimentos y kits con productos de primera necesidad para la población.

SENSIBILIZACIÓN // Entre otras acciones de intervención social, Cruz Roja ha desarrollado estos días campañas de comunicación y sensibilización, poniendo además a disposición de toda la sociedad un curso abierto y gratuito sobre el coronavirus.

El plan Cruz Roja Responde frente al covid-19 está fundamentalmente dirigido para las personas en situación de vulnerabilidad y población general, en coordinación con todas las administraciones públicas. Un proyecto de actuación y respuesta al que se está sumando una buena parte de la sociedad castellonense y de poner en valor los recursos existentes en materia de asistencia.