La crisis ha golpeado en más del doble a los niños valencianos que menos tienen que a los más ricos, y mientras unos perdieron el 35 % de sus recursos, los otros solo los disminuyeron un 16 %, según Save the Children, que afirma que el 12 % de los menores estaba en 2015 en situación de "pobreza severa".

Según el informe Desheredados de esta organización, esta situación se ve acentuada por la falta de eficiencia de un sistema de protección social, y señala que el gasto de vivienda al que tienen que hacer frente familias con hijos con menos recursos supone el 50 % de sus ingresos.

También denuncia que en la Comunitat Valenciana el porcentaje de menores matriculados en educación de 0-3 años es de las más bajas de España (28,2 %), con una distancia casi 20 puntos porcentuales respecto al País Vasco y 5 puntos respecto la media española.

Además, afirma que la segregación en los centros escolares está a unos niveles "muy altos", ya que el 13 % del alumnado de la escuela pública es de origen extranjero, mientras que en la concertada se reduce al 4,5 por ciento.

Save the Children también señala que el 32,6 % de los alumnos abandona prematuramente sus estudios, una tasa mayro que el conjunto de Estado.

A nivel nacional, la crisis ha golpeado cinco veces más a los niños que menos tienen que a los más ricos, y mientras unos perdieron el 32 % de sus recursos, los otros solo los disminuyeron un 6 %, según Save the Children, que augura que ocho de cada diez de esos menores continuarán siendo pobres toda su vida.

Esta disparidad está directamente ligada al empleo de sus padres, siendo España el país donde más ha crecido el número de niños que viven en hogares donde nadie trabaja, hasta llegar a los 800.000, según el informe "Desheredados. Desigualdad infantil, igualdad de oportunidades y políticas públicas en España".

El documento pone de manifiesto que España es el sexto país de la UE con mayor desigualdad, que se ha cebado principalmente con la infancia: entre 2008 y 2015, la cifra de niños en situación de pobreza severa aumentó en 424.000, situando la tasa en un 16,7 % frente al 11,2 % de la población general.

Y no solo es donde más se ha incrementado, sino también donde lo ha hecho con una mayor rapidez, ya que entre 2008 y 2014, el índice de Gini, que mide el grado de desigualdad, se disparó un 7,1 %, mientras que en Grecia lo hizo un 3,3 % y en Alemania un 1,7 %.

Esa diferencia es aún mayor en la infancia, ya que mientras el Gini general fue de 34,6 puntos, el de los menores creció un 8,4 % hasta llegar a los 37,1 puntos, ha explicado el director general de la ONG, Andrés Conde, quien ha recalcado que "lo peor" es que las consecuencias de la desigualdad "son irreversibles" para los niños.

La caída de los recursos ha sido "especialmente acuciante y desproporcionada" para aquellos niños pertenecientes al 20 % más pobre de la población, pues han visto disminuidos sus ingresos en un 32 %, frente al 6 % de los más ricos.

Asimismo, la ONG, que ha recopilado datos oficiales del INE y Eurostat y los ha cruzado con una investigación propia con más de 5.000 niños de siete comunidades, asegura que más del 60 % de los más pobres viven en hogares cuyo sustentador principal tiene un trabajo temporal, una cifra que se reduce al 5 % para los más ricos.

La mitad de familias más empobrecidas destina el 40 % de sus recursos a los gastos del hogar, lo que se conoce como "sobrecarga de la vivienda", con lo que la cantidad que les queda mensualmente ha pasado de 233 euros en 2008 a 130 en 2015.