En la calle San Vicente de Castelló hay ocho locales vacíos. En la mitad sur de la calle Enmedio, otros 5. En Vera, 3. En la avenida Rey Don Jaime, 6. En Alloza, al menos una decena. Y en el pasaje que une estos dos últimos viales, prácticamente está todo cerrado. Apenas hay actividad y eso que hasta hace muy pocos meses abrían a diario media docena de negocios dedicados a la moda, la joyería o la artesanía. Un declive, el del sector del pequeño comercio, que se traduce en una gran cantidad de locales vacíos de muy difícil alquiler. La oferta de inmuebles supera con creces a la demanda y pocos son los emprendedores que se atreven a abrir una tienda en el centro. Y el precio de los alquileres de la mayoría de los bajos tampoco ayuda.

Quienes se dedican a intentar dar salida a la enorme bolsa de locales comerciales vacíos que hay en la ciudad aseguran que la demanda es prácticamente inexistente. «El mercado está totalmente parado y, en estos momentos, son muy pocos los que se atreven a dar el paso y abrir un comercio en el centro», apunta Tomás Marco, gerente de la inmobiliaria Marvic de Castelló, que añade que esta parálisis contrasta con el gran dinamismo que vive el mercado del alquiler de viviendas.

La tienda que Paula tenía en la avenida Rey don Jaime es una de las que muchas que han cerrado en el centro de Castelló en lo que va de año. «Bajé la persiana después de Magdalena. Los autónomos estamos peor que nunca y los gastos se nos comen. Alquileres, agua, luz, IVA, cotizaciones... eso no hay quien lo aguante», cuenta al otro lado del teléfono. Paula pagaba 800 euros por un local de 100 metros cuadrados y, aunque el propietario parecía dispuesto a renegociar a la baja las condiciones, al final Paula se dio por vencida. «Daba igual pagar 700 que 800 euros, el problema es que las ventas eran tan flojas que no me daban para cubrir todos los gastos. Al final a cerrar», se lamenta.

La mayoría de los locales comerciales que se alquilan en el centro de la capital cuestan entre 8 y 10 euros por metro cuadrado, un precio que nos todos los emprendedores pueden asumir. «Nadie va a abrir un negocio si tiene que pagar 1.500 ó 2.000 euros al mes por un local y más si mira a su alrededor y ve como todos están cerrando», reconocen en otra agencia inmobiliaria.

CUANDO ALQUILAR NO COMPENSA

Pese a que hay bajos por lo que se piden más de 1.500 euros al mes, la oferta es tan variada como los precios. «También hay disponibles locales de entre 3 y 5 euros por metro cuadrado. Pero el problema es que para poner en marcha un negocio hay que acondicionarlo y hacer una inversión muy alta y eso no siempre es factible», describen en Caspronave, otra inmobiliaria de Castelló que cuenta con una amplia oferta de bajos comerciales para alquilar. «Al final si el precio es tan bajo, el propietario del local ni siquiera puede hacer frente a impuestos como el IBI», añaden desde la agencia.

Los precios siguen siendo inasumibles para muchos y eso que las agencias inmobiliarias aseguran que en los últimos años han bajado más de la mitad. «Hace años por un buen local en el centro podrían pedir 3.000 ó 4.000 euros al mes. Ahora cuestan entre 1.500 y 1.800 euros», subraya Tomás Marco que insiste en que el mercado está en shock.

Francisco Beltrán, gerente de la inmobiliaria Modesto Beltrán, achaca la parálisis que vive el sector a una concatenación de factores. «La competencia de los centros comerciales y las compras on line, influyen como también el hecho de que acceder al centro es muy complicado», apunta. «Y el problema es que nadie hace nada para ayudar a los emprendedores a abrir nuevos negocios que den vida al centro», añade.