Castelló en Moviment (CSeM) lanza una nueva advertencia a PSPV y Compromís, sus socios del Pacte del Grau, al asegurar que no ha dado «un cheque en blanco» al gobierno municipal. El mensaje se sitúa en la misma clave preelectoral que ha generado tensiones inéditas entre PSPV y Compromís en el Pacte del Botànic, con un posible adelanto de los comicios autonómicos como telón de fondo. Y con Podem de espectador hasta hoy, cuando prevé definir su postura.

El último desencuentro municipal hace referencia a la versión inicial del Plan de Ordenación Pormenorizado (POP) del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) --cuya exposición al público se producirá en septiembre--, aprobada en el pleno del 26 de julio con los votos de PSPV, Compromís y CSeM y en contra de PP y Cs. La edila de la formación asamblearia, Paz Beltrán, recordó ayer que discrepan de la versión que salió adelante, y dijo que la abstención de uno de sus cuatro ediles ya fue un «aviso». Anunció que quiere iniciar negociaciones con sus socios para introducir cambios «profundos», porque hay cuestiones pactadas que no se contemplan en el texto como espacios para peatones entre el Raval de la Trinidad y el de San Félix; y en el Grao el eje que conecta el parque de la Panderola y el Pinar. El martes CSeM dio otro toque de atención por la falta de soluciones para solucionar el derecho a la vivienda.