La decisión de la asamblea de Castelló en Moviment (CSeM) de aceptar el reparto de recursos económicos propuesto por Podem para la confluencia de ambas formaciones --más la fracturada Esquerra Unida (EU)-- puso fin en la tarde de ayer a cuatro meses de tensiones y desacuerdos. Si nada lo impide en las próximas semanas, Podem, CSeM y, probablemente, EU formarán parte, por este orden y con logos de igual tamaño, aparecerán en una misma papeleta electoral en las municipales previstas para el 26 de mayo.

Después de cruces de acusaciones muy serios en ocasiones entre asamblearios y podemitas, el riesgo de que una mayor fractura del voto de izquierda pudiera decantar la victoria del lado de los partidos de la derecha y restar opciones a una reedición del Pacte del Grau parecen haber pesado más que las muchas diferencias existentes entre las formaciones que lideran, respectivamente, Xavi del Señor y Fernando Navarro.

En ambos casos, el discurso fue ya anoche de destacar la generosidad en las cesiones y que es el momento de comenzar a «trabajar» por la ciudad de Castellón.

Desde CSeM la asamblea emitió un comunicado en el que señaló «el objetivo de reeditar e impulsar un nuevo acuerdo como el Pacte del Grau», el que consideran «el principal reto», así como «trabajar para conseguir la confianza del electorado, mejorar el resultado del 2015 y tener así mayor presencia de las fuerzas del cambio en el Ayuntamiento».

Por su parte, Fernando Navarro apuntó que Podem celebra «el resultado de la asamblea de Castelló en Moviment», e indicó que «han sido cuatro meses de una negociación intensa para encajar dos naturalezas políticas distintas, una asamblearia y una más orgánica» y, finalmente, han alcanzado un acuerdo con «generosidad y reconocimiento mutuo». Queda ahora ver el resultado de las primarias que deben celebrar para elegir los puestos de salida, con la reserva de los tres primeros para cada uno de los socios.