La disolución de Castelló en Moviment, confirmada ayer por la agrupación de forma oficial, agrava la crisis de Podem y obligará a la confluencia con la que concurrieron a las pasadas elecciones a afrontar la nueva situación en el Ayuntamiento de Castelló.

El motivo es que la concejala María Jesús Garrido --edila responsable de Vivienda en la actualidad-- formaba parte de la lista electoral de este movimiento asambleario, ahora desaparecido, en los comicios del 26 de mayo y será ahora la secretaria municipal la que, apoyándose en la legalidad municipal, la que estime si Garrido concurrió como parte de la coalición en general o si lo hizo como representante de CSeM, según explican fuentes de esta agrupación al periódico Mediterráneo.

En el caso de que considere la primera de las dos posibilidades, la concejala seguiría formando parte de la ahora coalición Unides Podem-EU pero si estima que lo hizo como miembro de CSenM, entonces debería pasar al grupo mixto. No obstante, Garrido ya anuncia a este diario que «no dejará el acta» porque tiene «el objetivo de solucionar o encarrilar el tema de la vivienda en Castelló», destaca.

Fuentes de la confluencia en el consistorio afirman a este diario: «Queremos seguir trabajando sin cambios en el grupo y valoraremos los efectos de esta decisión de CSenM la semana que viene».

Así, esta crisis de Unides Podem no se prevé que afecte al tripartito ni al apoyo recabado por la alcaldesa Amparo Marco de esta coalición.