Castelló en Moviment insistió ayer en tensar la cuerda con el bipartito (PSPV y Compromís) en la negociación de los presupuestos para el año que viene y, a través de un comunicado, manifestó que «el borrador de las cuentas del 2018 -que el equipo de gobierno les ha facilitado y en las que confían llegar a un acuerdo, como informó ayer este periódico- no tiene avances respecto del 2017 en las prioridades del Pla Castelló Ara». «Nuestra predisposición a llegar a un acuerdo es plena», reconoció su portavoz, Xavi del Señor, aunque con matices. «Hacen falta cambios para que los presupuestos contemplen avances en nuestras propuestas».

Desde las puertas del Servef, donde los cuatro concejales de CSeM estuvieron presentando sus iniciativas para las cuentas municipales -entre ellas una para atajar el desempleo, valorada en 8 millones de euros para crear 500 puestos de trabajo-, lanzaron un desafiante mensaje a sus socios del Pacte del Grau, la exigencia de «un afán más ambicioso para combatir el paro en el presupuesto del 2018». Y no solo eso, también recriminaron que faltan acciones en materias básicas como vivienda y medio ambiente.

«El gobierno municipal nos pide el apoyo a unas cuentas casi cerradas sin ningún avance respecto a tres materias que les hemos propuesto priorizar para el año próximo», aseguró Del Señor. «El debate presupuestario sigue abierto mientras las cuentas no contemplen un esfuerzo claro para combatir el paro y, por ahora, reconocemos que no vemos nuevos pasos en esa dirección».

Con el objetivo común claro entre las tres formaciones: avanzar en el desarrollo del Pacte del Grau, como sus portavoces han reconocido esta misma semana, la compleja negociación a dos bandas -que implica a tres grupos- se complica. Y el tiempo apremia, puesto que el pleno extraordinario de presupuestos se prevé para el día 28 de diciembre.

NEGOCIACIONES // El tira y afloja entre CSeM y el bipartito no es nuevo. El episodio que precedió a este fue hace apenas un mes, con motivo de la modificación de crédito que se llevó al pleno de octubre para las inversiones financieramente sostenibles. La agrupación municipalista condicionó su voto a su participación en el consejo municipal de inspección fiscal, y no se llegó a un acuerdo oficial hasta horas antes de la sesión. Con un gobierno en minoría, PSPV y Compromís están obligados a negociar.