El sindicato CSI-F tilda de «negligente» la actitud de la administración autonómica con los agentes medioambientales, que según indican, «llevan hasta cuatro modelos de uniforme, todos ellos de épocas pasadas y que les da un aspecto marginal en el desempeño de su figura como agentes de la autoridad», argumentan.

La central sindical habla de «trajes viejos que han perdido hasta la serigrafía identificativa o llevan insignias antiguas» y que «hacen lógico que cualquier propietario que les vea merodeando en su terreno pueda pensar que se trata de un engaño o desconfiar de su pertenencia real a un cuerpo de funcionarios públicos». De hecho, esta paradójica situación se produjo el pasado octubre cuando un paranyer encañonó a tres agentes en su parcela de l’Alcora, cuando estos se disponían a registrar un posible caso de trampas ilegales para animales. Hasta la llegada de la Policía Local el propietario insistió en que no se fiaba de su identificación. «Aunque este caso reviste muchas otras circunstancias y está en los tribunales, el problema de identificación confirma la denuncia de CSI-F», indican.

El sindicato asegura que los servicios territoriales son conocedores del problema, aunque no se han pronunciado al respecto todavía. Asimismo, CSI-F también denuncia la falta de dotación y equipamiento más allá del uniforme, con una veintena de plazas sin cubrir en las tres demarcaciones de la provincia de Castellón que complican turnos y coberturas, y con «alrededor de 25 vehículos que están para jubilar, con más de 400.000 kilómetros y problemas mecánicos».