Cinco años después de que se decidiera el adelanto de los exámenes de recuperación de septiembre al mes de julio vuelve al debate público la conveniencia de revertir esta medida, después de que el sindicato CSIF se manifestara ayer en este sentido y de que anunciara que así lo va a plantear en la próxima junta de personal de Educación a los representantes de la Conselleria.

La central sindical esgrime varios motivos para justificar su postura. El primero es que realizar la prueba una vez pasado el mes de agosto permitiría, en su opinión, «que los alumnos dispusieran de más tiempo de preparación y que los docentes pudieran emplear todo el mes de julio en formación y planificación».

CSIF recuerda también que el cambio aplicado por la Conselleria en el 2013 para adelantar los exámenes de recuperación de septiembre a julio «no contó con el consenso de la comunidad educativa», y apunta que perjudica al alumnado, «porque cuenta apenas con unas semanas para prepararse aquellas asignaturas que no ha logrado superar a lo largo del curso». Esta escasez de tiempo «reduce sus opciones».

El sindicato señala, además, que para el profesorado supone «una carga más en unas semanas que se dedican a formación, preparación y planificación del curso siguiente, realización de mejoras, elaboración de informes, etcétera». La central sindical recuerda, a su vez, que «los exámenes de recuperación a finales de junio y en julio implican, además, correcciones extra, revisiones, juntas de evaluación…».

CSIF considera que si las pruebas de recuperación vuelven a septiembre «darían más tiempo al alumnado para afrontarlas con mejores garantías y quitaría carga burocrática al profesorado durante el mes de julio». Por ese motivo lamenta que en la resolución de instrucciones de inicio de curso no se contemple ese cambio. Por esos mismos argumentos planteará a la junta de personal, que «inste a la Conselleria de Educación a que devuelva los exámenes de recuperación a septiembre de manera general».