Sonia Rodríguez habla desde la serenidad que le da saber que su madre, Maite Casal, diagnosticada de alzhéimer desde el 22 de agosto de este año, está cuidada y rodeada del cariño de sus hijos y nietos en esta «dura y complicada» batalla contra la enfermedad. Aunque al recibir la noticia sobre el estado de su progenitora junto a su hermano quedó impactada, «no nos pilló totalmente por sorpresa porque los cambios que sufría mi madre ya los habíamos notado». «Sin embargo, siempre tenía el deseo de que se pudieran equivocar, de que no fuera cierto, hasta que la neuróloga nos lo confirmó: Mi madre padecía esta enfermedad», recuerda Sonia, en el Día Mundial del Alzhéimer. «El día a día es muy complicado porque ella está ahora en la peor época porque está bien pero el deterioro va haciendo mella», cuenta Sonia, quien reconoce que «ahora me encuentro en el proceso de aceptación de esta situación difícil».

Cuando esta enfermedad llega a una familia, afecta a la vida cotidiana y al trabajo de sus miembros. Y así lo certifica esta castellonense. «Desde que le detectaron alzhéimer, duermo con ella y me dedico a ella hasta después de comer, en que voy a mi trabajo, en el que cuento con cierta disponibilidad, y atiendo a mi familia», continúa. Y es que Maite, de 82 años, por las tardes asiste a la Unidad de Respiro de 16.00 a 19.00 horas. Se maneja sola aunque a veces la acompaña su hijo o sus nietos y allí acude al aula de memoria, donde realiza sus ejercicios diarios. «Mucha paciencia y cariño son fundamentales hacia el enfermo», concluye Sonia, quien dedica todo su esfuerzo, junto a su familia, a mejorar la calidad de vida de su madre.

Consellera

Precisamente esa humanización es la que alaba la consellera de Sanidad, Ana Barceló, quien resalta la «labor impagable» de los profesionales sanitarios y cuidadores. Recuerda, también, que el alzhéimer tiene «un fuerte impacto emocional en el entorno familiar y amistoso y, ante esta enfermedad, el apoyo, la compañía y el cariño son fundamentales». Ese empoderamiento del cuidador por parte de la administración que les permita afrontar, desde el punto de vista psicológico, la enfermedad que padece un familiar o ser querido es una de las peticiones de la Asociación Provincial de Familiares de Enfermos de Alzhéimer.