Si tienes entre 30 y 50 años y sales una noche de fiesta por Castellón comprobarás que apenas hay gente de tu edad. A las dos de la madrugada, entres en el pub que entres, la media no sobrepasa los 25 años. Vamos, que al lado de esos chavales te entra enseguida complejo de viejo. O de vieja. ¿Dónde se ha metido en Castellón la generación de la EGB, la misma que hace dos décadas quemaba la noche y no se metía en la cama antes de las siete de la mañana?

Quienes a finales de los ochenta y principios de los noventa se hartaron de llevar el pelo cardado, calentadores en las piernas y bailar canciones de Duran Duran o Spandau Ballet ya no salen por la noche. O mejor dicho salen cada vez menos. Porque lo que está de moda en Castellón es tomar copas a las seis de la tarde. Es el triunfo del tardeo, una filosofía de ocio que cuenta cada día con más adeptos. Y también con más locales dispuestos a explotarla.

Lo que empezó hace poco más de un año como una apuesta de un grupo reducido de locales de la capital para amortiguar el descenso de facturación durante la noche se ha convertido en un fenómeno que triunfa. «Es una filosofía que va claramente a más. Empezamos el año pasado y para un establecimiento como el nuestro, a nivel de facturación, ya resulta más importante la tarde que la noche», describe Miguel Real, uno de los responsables de Jaleo, en la plaza Hernán Cortes de Castellón.

Que salir de copas a plena luz del día tiene una legión de fans en Castellón es algo que se comprueba si uno visita alguno de los locales que se han apuntado a la moda del tardeo. Los sábados a las cinco de la tarde en garitos como Spoonful, Jaleo, Blue Note o The Temple, todos en el centro de la capital, no cabe ni un alfiler. «Los clientes son diferentes. Por la tarde suelen salir grupos de amigos de entre 35 y 60 años, mientras que por la noche el público es más joven», apunta Alejandro Domínguez, propietario de Spoonful, en la calle Morería, y uno de los primeros establecimientos en apuntarse al tardeo.

TODO EMPIEZA A MEDIODÍA

Si para los que salen por la noche la fiesta empieza a la hora de cenar, para los incondicionales del tardeo todo empieza al mediodía. «Lo normal es quedar con los amigos a tomar el aperitivo. Algunos van a las tascas y otros al bar del mercado central. Los que tienen hijos pequeños acuden con ellos», cuenta el dueño de Spoonful. Tras el aperitivo, toca comer y sobre las cinco de la tarde empiezan las copas. Los hay que comparten música y cerveza mientras los niños juegan en la calle. Otros tiran de abuelos.

Esther, Bea, Miriam, María y Mónica son unas incondicionales del tardeo. Las encontramos en la terraza de Jaleo, uno de los garitos de moda de la ciudad. Este grupo de amigas de Vila-real, de 30 años, definitivamente han cambiado la noche por la tarde. «Nos gusta muchísimo más. Los sábados empezamos tomando algo en las tascas de Castellón. Luego nos vamos a comer y después de copas. Sobre las nueve de la noche nos vamos a casa. Aprovechamos al máximo la tarde del sábado», explican al unísono.

Si a las seis de la tarde en Jaleo o Spoonful no cabe ni un alfiler, en The Temple ocurre más de lo mismo. Juanma, Laura, Sole y David, de entre 45 y 50 años, son unos de los cientos de fans de un local que abrió sus puertas en noviembre y que cada sábado por la tarde cuelga el cartel de completo. ¿El secreto? Buen ambiente y música en directo. «Salir por las tardes es perfecto. Los cuatro trabajamos entre semana, tenemos hijos pequeños, pero hemos encontrado en las tardes de los sábados la opción perfecta para salir un rato y divertirnos. El tardeo nos permite acostarnos a una hora prudente, y estar en buenas condiciones para el domingo por la mañana disfrutar de los niños», dice Juanma.

Vicente Patiño, responsable de The Temple, también habla maravillas del tardeo. «La respuesta del público es increíble y todos los sábados llenamos. Sin duda, es una fórmula que en Castellón funciona y lo hace cada vez mejor», sentencia el empresario.

UNA FÓRMULA IMPORTADA

El tardeo ya es un éxito en Castellón pero antes lo ha sido en otras ciudades españolas. La moda de tomar copas a plena luz del día la inventaron los empresarios del sector del ocio de ciudades como Murcia, Albacete y Alicante. Poco a poco se han ido sumando más locales y más municipios, desde Córdoba a Zaragoza y Mallorca. Y, por supuesto, Castellón donde cada vez son más numerosos los locales que compaginan la noche con el horario vespertino.

Como el público de la tarde poco tiene que ver con el de la noche, los locales han adaptado su oferta de ocio a un colectivo que, en general, lleva décadas trabajando y tiene un buen poder adquisitivo. «Solemos hacer conciertos y la música también cambia. Por la tarde funcionan muy bien las canciones de los 70 y los ochenta», cuenta Miguel Real, de Jaleo, que asegura que las consumiciones por la tarde tienen un precio especial. En este local, por ejemplo, organizan fiestas como La generación de la EGB o Música made in Spain. «El tardeo empieza sobre las 17.00 horas y acaba a eso de las 22.00», sentencia Real. Jaleo está abierto los sábados desde las 15.00 a las 03.00 horas.

El tardeo ha dado otra opción de ocio al público de Castellón y también ha conseguido volver a llenar el centro. Los comerciantes de calles como Campoamor o Mayor aseguran que el tránsito se ha multiplicado. «Ahora da gusto salir por Castellón un sábado por la tarde. Hay gente en todos los sitios. Un gran ambiente», coinciden en varios establecimientos comerciales consultados.

Más oferta de ocio, más gente que nunca en la calle y también un balón de oxígeno para los empresarios de un sector que en los últimos años han visto como su facturación caída en picado. La crisis les ha apretado con fuerza. «Claro que el tardeo nos ayuda», reconocen por unanimidad.

VILA-REAL TAMBIÉN SE APUNTA

Aunque el fenómeno del tardeo, de momento, solo funciona en el centro de Castellón, hay varios municipios de la provincia que quieren introducirlo. Uno de ellos es Vila-real. Durante todo el mes de enero, el ayuntamiento ha promovido conciertos por la mañana y por la tarde y en diferentes barrios de la ciudad . Se trata de la Ruta del Vermut y Tardeo. «El objetivo de incentivar no solo las compras en los comercios locales, sino también la economía de los pubs y terrazas de los locales hosteleros”, explican desde el consistorio.