Desde este pasado fin de semana, la localidad de Culla, en el Alt Maestrat, ya es de forma oficial uno de los 'Pueblos más Bonitos de España'. Un nombramiento oficial que, sin duda, sitúa a la provincia de Castellón en vanguardia en cuanto a la belleza de sus municipios. De hecho, con dicho nombramiento, la provincia ya cuenta con hasta cuatro pueblos que destacan a escala nacional por su belleza: Peñíscola, Vilafamés, Morella... y ahora Culla.

PEÑÍSCOLA, LA PERLA DE LA COSTA

Peñíscola, en la comarca del Baix Maestrat, es un lugar idílico donde pasar unos días, donde se mezcla el turismo de sol y playa, familiar y cultural. Si te acercas a este bello enclave descubrirás una ciudad medieval adentrada en el mar, presidida por un orgulloso Castillo Templario en un fantástico estado de conservación rodeado de un hormiguero de calles de trazado medieval que te trasladan por momentos a la misma alpujarra granadina , que a cada paso te sorprenderán con hallazgos tan singulares como su bufador.

La Ciudad en el Mar es sin duda un opción perfecta ya que por lo completo de su oferta turística como por la calidad de la misma no defraudará a nadie, desde el viajero que quiere disfrutar de largas jornadas de sol al que desea descubrir una ciudad medieval.

MORELLA, LA GIGANTE AMURALLADA

Situada en el extremo norte e interior de la provincia, en la comarca de Els Ports, y a sólo 60 kilómetros de la costa, Morella aparece en los ojos del visitante envuelta del encanto que le transmiten la posición estratégica, que llena el paisaje, y las murallas centenarias coronadas por el robusto castillo a más de mil metros de altura.

Sus 16 torres, seis portales y casi dos quilómetros de muralla configuran una silueta única, coronada por el imponente castillo. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, con un excelente trabajo de rehabilitación municipal que ha sido reconocido por las ciudades Patrimonio de la Humanidad con el premio Patrimonio y que posee la declaración de la UNESCO en el abrigo rupestre de Morella la Vella, esta ciudad te seducirá también por su tradición, monumentos, gastronomía, folklore y su entorno.

VILAFAMÉS, UNA MARAVILLA EN EL INTERIOR DE LA PROVINCIA

Vilafamés, localidad de la Plana Alta, es un pueblo del interior de la provincia de Castellón, que dista 25 km de la capital. A medida que se va llegando a Vilafamés, se ve el pueblo allá en lo alto, sobre un cerro.

Vilafamés destaca por su casco antiguo. Pasear por sus calles tranquilamente, nos transporta a sus orígenes árabes con calles estrechas y zigzagueantes, con rincones que hacen que uno se quede maravillado, con su castillo en lo alto y la pequeña iglesia a sus pies.

Con la ampliación cristiana, Vilafamés empieza a crecer edificando su impresionante iglesia parroquial y su palacio del siglo XV. Aquí las calles son de trazado lineal.

Llama mucho la atención su impresionante Roca Grossa. Una mole de piedra que se encuentra a medida que se sube por la calle principal de Vilafamés.

Lo que más sorprende, sin duda, es que en todo el casco antiguo de Vilafamés, predomina en todas las construcciones su piedra roca. El conjunto histórico de Vilafamés es declarado Bien de Interés Cultural el 22 de abril de 2005.

CULLA, LOCALIDAD TEMPLARIA

Entre los hermosos paisajes del Alt Maestrat castellonense, se encuentra la pintoresca localidad de Culla. Este municipio fue en el medievo el centro neurálgico de la vida en la comarca, pero su historia se remonta mucho tiempo atrás. En su término municipal se localizan varios abrigos de arte rupestre levantino (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998), además de restos de varios poblados de la edad del bronce e íberos.

El Castillo de Culla tuvo un importante papel estratégico, convirtiéndose en tierra de frontera entre los siglos XI y XII. La primera conquista cristiana de Culla data de 1093, posteriormente cae de nuevo en manos musulmanas hasta la conquista definitiva por Blasco de Alagón en 1233. Los Caballeros Templarios adquieren Culla en 1303, siendo la última y más cara adquisición del Temple en la Corona de Aragón. Ya en 1345, bajo la Orden de Montesa, se constituyó la Setena de Culla, creando la eficaz unión de siete villas para la organización ganadera y forestal que mejoró notablemente la economía de la zona hasta mediados del siglo XIX.

El casco antiguo del pueblo, declarado Bien de Interés Cultural, nos ofrece un recorrido por edificios cargados de historia y callejuelas llenas de tradición. En Culla se encuentran monumentos tan interesantes como las ruinas del antiguo castillo, actualmente en fase de restauración; los restos de las murallas y torreones del siglo XIII, el arco de la Porta Nova, la Iglesia Parroquial de El Salvador, el Granero del Comendador, también conocido como la Presó, o el Antiguo Hospital del siglo XIV.