El periodo de cuarentena implica que algunos factores puedan llegar a alterar nuestra piel como es la falta de vitamina D, al no darnos el sol durante el encierro, el estrés que genera la situación de confinamiento o el uso excesivo de la calefacción. Por ello, es imprescindible continuar con las rutinas establecidas para su cuidado. Gerard Pitarch, dermatólogo de Vithas Castellón, indica que «si no cuidamos nuestra piel durante el encierro, podremos alterarla».

Humedad y temperatura

La piel sufre las consecuencias de la sequedad ambiental y la temperatura de casa es uno de los factores que más la afectan. Según indica el doctor Pitarch, «se debe airear bien los espacios del hogar y buscar una temperatura estable, no excediéndose con la calefacción y apagarla por la noche». Lo ideal es que de día esté a un máximo de 21° y que no supere nunca los 23°.

Rutinas en la alimentación

Según el doctor, «la dieta mediterránea y mantener los horarios normales de comida, saciando los momentos de aburrimiento con fruta o frutos secos, nos evitará realizar acciones como tomar dulce en exceso que repercutan en la salud de la piel y puedan producir por ejemplo un exceso de grasa». Lo ideal sería aprovechar algunos ratos de sol para salir al balcón o a la terraza.

Hidratar la piel

La ingesta de mínimo dos litros de agua al día nos ayudará a eliminar toxinas y mantener una piel luminosa. Además, debemos continuar con nuestra rutina diaria de cremas hidratantes, que se utilizan para recuperar las pérdidas de agua, minerales y vitaminas.

Limpieza facial

Durante el estado de alarma, la ventaja de no maquillarse puede ser aprovechada para que la piel transpire las 24 horas. «Sin embargo, el no maquillarse no implica que olvidemos las rutinas de limpieza facial, ya que la suciedad del ambiente se acumula en los poros generando impurezas y exceso de sebo, las células muertas van generando una capa que entorpece el proceso de regeneración».

Horarios de sueño

Permanecer encerrado en casa puede provocar insomnio o ansiedad, lo que repercute en la piel. El cansancio es uno de los primeros signos que se manifiestan en la piel, por eso es fundamental mantener los horarios y las horas de sueño.