El Ministerio de Fomento ha aprobado el expediente de información pública y los documentos técnicos de los tres tramos pendientes de construir en la autovía A-7, que de culminarse conectarán el final de esta vía --situado ahora en Cabanes-- con la Jana y de ahí con Cataluña. Esto no quiere decir que el proyecto de construcción vaya a llevarse a cabo, ya además de que no contaba con consignación económica en los presupuestos del ejercicio 2019, Fomento reconoció que la liberalización de la AP-7 hacía que la urgencia por iniciar esta actuación no fuera tanta.

La propuesta de resolución indica medidas de tipo ambiental que, de llevarse a cabo el proyecto de construcción en algún momento, se deben contemplar.

Entre otras, en el tramo Vilanova d’Alcolea-les Coves, se deberá «minimizar en lo posible» la afección de las obras al pozo Pouet del Barranc dels Estornés. De les Coves a la Salzadella, habrá que disponer un paso inferior para ganado y peatones. En el último, de la Salzadella a Traiguera, se «deberá estudiar» la mejora del trazado de la carretera CV-113.

El estudio de impacto ambiental tiene en cuenta, entre otras prescripciones, las realizadas por la dirección general de Biodiversidad y Calidad Ambiental del Ministerio de Transición Ecológica y los criterios de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) sobre las aguas superficiales y los flujos subterráneos.