Las aulas abren sus puertas el próximo lunes en la provincia de Castellón. El curso arrancará con 391 alumnos más hasta sumar 93.499 en Infantil, Primaria, Secundaria, ESO, Bachillerato y Formación Profesional, a pesar del descenso de la natalidad que se refleja en una bajada en los escolares de Infantil. Este incremento responde, entre otros factores, al aumento de la demanda en FP, dada la empleabilidad que tienen este tipo de estudios en el mercado laboral. El mayor número de estudiantes viene acompañado de más docentes, en concreto casi 200 nuevos, lo que supone un total de 9.089 profesores.

Así lo dieron ayer a conocer el conseller de Educación, Vicent Marzà, y el secretario autonómico, Miquel Soler, en la presentación del nuevo curso bajo el lema La educación suma, con el que buscan «sumar en inclusión, en innovación, aulas dignas y en Formación Profesional».

El gasto por alumno en la Comunitat se sitúa en 6.351 euros y, según explicó el conseller, «desde que gobierna el Botànic (2015) la inversión por alumno ha subido en casi un 26%». En cuanto al desembolso en materia educativa, Marzà defendió la necesidad de un sistema de financiación que trate a los valencianos «de forma justa» y permita tener ingresos suficientes para garantizar los servicios públicos básicos, y afirmó que lejos de haber recortes en esta partida, la inversión educativa ha ido en aumento.

ratio // En cuanto al tema de la ratio, la media por alumnos en las aulas escolares de la provincia es de 20,1 sobre un máximo de 25, mientras que en los institutos es de 25,2, siendo el tope 30 estudiantes. Dos indicadores mayores si se comparan con la provincia de Valencia y menores si se hace con la de Alicante.

Una de las apuestas del pasado curso que se ha incrementado durante el próximo es la creación de aulas de dos años gratuitas. En la provincia, hay 27 unidades en 28 colegios de 15 municipios con este servicio. Esto supone cuatro centros más que el año pasado, en l’Alcora, Castelló, Catí y Montanejos, con unas 500 plazas.

barracones // En todo inicio de curso se pone de manifiesto el problema de los barracones. Tanto el conseller como el secretario autonómico explicaron que el curso en la Comunitat empieza con 12.000 alumnos en aulas prefabricadas, 7.000 menos que cuando llegaron al gobierno en el 2015, cuando había 19.000 alumnos, 8.000 en centros formados íntegramente por aulas prefabricadas. En este punto hicieron hincapié en los colegios de nueva construcción, así como en los siete que están en obras, entre ellos el Regina Violant de Almassora y el Carlos Sarthou de Vila-real. Ambos dirigentes destacaron que la diferencia es que ahora los barracones están «de forma temporal y no estructural».

Mediante el plan Edificant hay adjudicados 99,4 millones en la provincia para llevar a cabo actuaciones de nueva construcción, mejora y ampliaciones de 60 centros en 36 municipios, a cuyos ayuntamientos ya se han delegado competencias para poder tramitarlas con el objetivo de agilizar los trabajos.

Críticas desde el PP // La portavoz de Educación del PP en Les Corts, Beatriz Gascó, acusó ayer al conseller de «estar convirtiendo la educación valenciana en el corralito particular de Compromís, donde unos pocos que no representan a casi nadie implantan un modelo único ideologizado siguiendo la hoja de ruta implantada en Cataluña». «El triunfalismo de Marzà contrasta con la precariedad en los colegios que padecen la improvisación», señaló.