Con «normalidad» aunque con incidencias puntuales. Tras años de vuelta al cole caliente, el curso 2018/19 arranca en Castellón con 93.304 alumnos en las aulas desde 2º ciclo de Infantil hasta Bachillerato en clases menos masificadas, con la bajada de ratios en la provincia, más inglés en el currículo, asociado también al valenciano, que sigue mandando en los planes de centro (excepto en el Mijares y el Palancia) y más profesorado --9.006-- en todas las etapas, según avanzó la Conselleria de Educación.

A este respecto, desde Stepv, sindicato mayoritario, avalaron «la recuperación de plantillas», pero critican que «en el 53% de los colegios y el 61% de los IES aún faltan profesores». Desde la Conselleria lo niegan y el director territorial, Robert Roig, asegura que, «por primera vez en años, todos los docentes están en su sitio», a falta, señalan, «de algunas bajas de última hora que se cubrirán de inmediato».

Por ejemplo, en Morella estaban ayer a falta de dos docentes de jornada incompleta; lo mismo que en el colegio de Vilafranca y en el Gaetà Huguet de la capital, donde se comunicaron dos bajas en Infantil, lo mismo que en el IES Penyagolosa.

«UNA VUELTA TRANQUILA»

No obstante, los directores de Primaria y de ESO calificaron la vuelta al cole como «tranquila», con un regreso a las aulas «sin contratiempos a excepción de temas puntuales en pocos centros», según los portavoces, Alfredo Mercé y José Martí, respectivamente; mientras los padres esperan que este sea el curso en el que tengan «una participación real en la toma de decisiones», apelando, en el caso de la FAPA Castelló Penyagolosa, a «reforzar la escuela pública y seguir en la senda de la mejora educativa ya iniciada», según su presidenta, Silvia Centelles; y en el caso de la concertada Concapa, su presidente, José Antonio Rodríguez, apunta a «un curso marcado por las elecciones», en el que señala como prioritario, tratar «el plurilingüismo y recuperar el derecho a elegir de las familias, en unos centros con alta demanda social en toda la provincia».

De Infantil de 2 años hasta Bachillerato, colegios e IES reabrieron ayer sus puertas tras las vacaciones en un nuevo curso. En Castellón, la alcaldesa, Amparo Marco, visitó los colegios Jaume I, donde se ha actuado en la adecuación del alcantarillado, y en la de los accesos al Censal y Carles Selma, entre el centenar de reformas acometidas por la Concejalía de Enric Porcar. El Censal empezó las clases ayer con los patios útiles pero a medio gas a falta de algunas dotaciones, como juegos o mobiliario. Fue en el Blasco Ibáñez donde se fijó la primera incidencia, ya que, según apuntan desde el centro, a primera hora se retrasó la entrada de los niños de 2 años al no tener aún las educadoras. El director territorial apuntó a que «se consensuó una solución y los alumnos entrarán progresivamente esta semana».

En La Morería de les Coves, las obras del aulario de Infantil no han acabado, con lo que se ha reubicado al alumnado en el gimnasio y en un aula de Primaria. Y, en Benicarló, el AMPA del Ángel Esteban denunció «carencias básicas» al tener que usar el gimnasio como aula al sumar una línea más de 3 años. Eso sí, destacaron que, después de ocho años en barracones, este están en un centro de nueva creación. Burriana estrenó las instalaciones de Salesianos, y Vila-real vio las mejoras en el José Soriano, Concepción Arenal, Pasqual Nácher y Escultor Ortells, mientras se trabaja en la licitación del Sarthou, donde se han instalado aulas prefabricadas. Informan Mª J. Sánchez, J.Ortí.