Los representantes de las autoescuelas castellonenses sugirieron implantar, además, cursillos obligatorios que conciencien de forma específica a los futuros conductores y también a aquellos que tengan que renovar su permiso de circulación acerca de los peligros de la carretera, tras elevarse la mortalidad en accidentes de tráfico un 60% durante el año 2016 en la provincia.

«Hemos sufrido un incremento muy grande las víctimas mortales, con 37 fallecidos el año pasado frente a los 23 del 2015 y cabe plantearse nueva formación obligatoria que ponga freno a esta lacra», sostuvo el presidente provincial, Antonio Pertegaz.

En cifras globales, los siniestros viales también aumentaron en el 2016, sumando un 12% más y fijando la cifra en 2.486, 779 de ellos con heridos.