El llamamiento institucional realizado por las tres federaciones vecinales de Castellón en favor de la sanidad pública y en contra de la concentración de servicios en Valencia ha motivado un nuevo giro de tuerca en el enfrentamiento verbal que mantienen populares y socialistas en el seno de las instituciones.

Los primeros, por boca del vicepresidente de la institución provincial, Vicent Sales, dijeron ayer “no entender cómo el PSOE antepone sus intereses al de los ciudadanos de Castellón” y los segundos, con declaraciones del director territorial de Presidencia, Adolf Sanmartín, quien acusaba a los populares de “utilizar la sanidad como arma política”.

Sales avanzó que el gobierno provincial y Compromís llevarán la petición de las federaciones vecinales al debate del próximo pleno provincial y que la postura socialista “impedirá que el gobierno provincial reivindique los intereses de los castellonenses ante un Consell que pretende llevarse a Valencia servicios básicos para la provincia”.

El vicepresidente provincial recordó que los promotores de esta declaración han sido los propios vecinos y que está “encaminada a mantener una descentralización de servicios que permita garantizar la autonomía de los departamentos de salud”.

De otro lado, el nuevo director territorial de Presidencia del Consell manifestó ayer que “Moliner sabe que miente cuando acusa a la Generalitat de centralizar y desmantelar los servicios sanitarios de Castellón”, en tanto acusó al PP de “manipular a determinados dirigentes afines de las asociaciones vecinales para utilizarlos como columna de choque contra el Consell”.

Finalmente, el portavoz del PSPV-PSOE en Diputación, José Benlloch, calificó de “hipócrita” al presidente provincial por llevar a cabo “una falsa solidaridad”. Los socialistas criticaron al PP de hablar de austeridad con colectivos sociales cuando “en los bancos tiene 46 millones”. H