La crisis sanitaria internacional del coronavirus ha puesto a prueba el comercio, pero en especial, el de proximidad, que mira ahora cómo cerrar el año sin pérdidas. «Los comerciantes que prefieren no hacer rebajas de verano están dispuestos a que les sobre género y tengan que sacarlo la temporada del próximo año a tirar de precio los artículos», señala la presidenta de Castelló Espai Comercial, Rosario Brocal.

Una situación como esta, de tener los negocios tantos días cerrados y con eventos anulados (como bodas, comuniones... que ya se empiezan a recuperar), no se había vivido nunca. «Es que los establecimientos ya tienen la ropa de otoño-invierno comprada y, si tenían algún que otro pedido extra, se ha anulado», indica. Y es que falta liquidez para comprar el género nuevo. «Tenemos las tiendas llenas, porque se compra a seis meses vista. Y las fábricas de textil están muy pendientes del covid-19 y quizás no produzcan tanto este otoño», agrega.

Desde Confecomerc también alertan de que «en estas rebajas, ya de por sí con mucho estoc y poco vendido por el covid-19, se suma que hay formatos comerciales que a veces sacan en rebajas ropa que no es de temporada».