Las tres violaciones registradas durante las fiestas de la Magdalena constatan que las agresiones sexuales a mujeres son una dura realidad diaria que se sucede en todo tipo de contextos. La provincia registró el año pasado 181 delitos contra la libertad e indemnidad sexual, según datos del Ministerio del Interior. Esto supone que cada dos días hubo un hecho delictivo de esta índole. Sin ir más lejos, la Policía Nacional detuvo a diez personas por atentar contra la libertad sexual durante las recientes fiestas fundacionales de la capital de la Plana.

De acuerdo a la estadística sobre criminalidad referida al pasado ejercicio, en 11 de estos casos hubo agresión sexual con penetración. El registro del Gobierno central diferencia las agresiones sexuales con penetración del resto, donde, por ejemplo, se incluirían los tocamientos.

Los datos ponen de manifiesto un ligero, pero preocupante aumento, ya que en el 2017 se registraron 177 delitos de esta tipología. Justo en ese año hubo un descenso respecto al 2016, que ahora no se ha producido, sucediendo todo lo contrario.

El Ministerio del Interior recoge las agresiones sexuales ocurridas en aquellos municipios con un mayor número de habitantes. En Castelló contabilizaron 50, en Burriana 18, nueve en Vila-real y otros siete en la Vall d’Uixó, correspondiendo el resto a localidades con menor población.

más denuncias // Los expertos están de acuerdo al afirmar que se está produciendo un empoderamiento de la mujer y ellas, cada vez, denuncian más, aunque el camino judicial sigue siendo «largo y duro» y el miedo a no poder demostrar el abuso preocupa, y mucho, a las víctimas. De todos modos, también las hay que siguen teniendo miedo y no acuden a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Desde el Centro Mujer 24 Horas de Castelló refrendan que el número de féminas que opta por acudir a los tribunales va en aumento, a pesar de que sigue siendo complicado demostrar una agresión si se ha dado en el ámbito privado. Es la palabra de ella contra la de él. «Si no hay daños físicos, pese a que el relato sea creíble es difícil demostrarlo», reconocen desde esta entidad.

«El proceso judicial es largo y nosotros hacemos una labor de acompañamiento», señalan. Una tarea que realizan de forma conjunta con la Oficina de Atención a las Víctimas del Delito, cuya finalidad en este tipo de contextos es, según explican desde la oficina de Castellón, evitar una doble victimización durante el proceso judicial y acompañar a las denunciantes. Por ejemplo, se encargan de la intervención psicológica y de la valoración de las secuelas, así como de facilitarle todos los recursos que requiere.

perfil diverso // Cuando se habla de agresiones sexuales resulta complicado fijar un perfil claro sobre las víctimas, ya que atienden a circunstancias muy diversas. «Hay de todo», remarcan desde el Centro Mujer 24 Horas de la capital de la Plana.