Las esperas hasta de 12 días para ser visitado por el médico de cabecera que acumulan algunos centros de salud de la provincia, como informó ayer Mediterráneo, tiene un efecto directo en el incremento de pacientes en los servicios de Urgencias, tanto de los propios ambulatorios como de los hospitales. Esto provoca «el colapso» en estos departamentos destinados a atender incidencias que requieren de una asistencia inmediata, según alertan diversos sindicatos sanitarios.

«Si una persona pide cita con su médico porque tiene fiebre o algún dolor, como es normal, no se espera tantos días para ser visitado, recurre a Urgencias», señalan desde el sindicato CSIF, al tiempo que explican que, por ejemplo, en el centro de salud Fernando El Católico de Castelló, a las 14.30 horas, ya hay gente esperando a que le visite el médico de urgencia que empieza a pasar consulta a las 15.00 horas.

Los sindicatos remarcan que es necesaria una mejor educación sanitaria para recurrir a estos servicios solo en caso de necesidad, aunque reconocen que muchos pacientes requieren de una pronta atención cuando solicitan cita con su médico de cabecera. Esta circunstancia también supone un importante desembolso económico a Sanidad, ya que no cuesta igual una consulta en Primaria que en Urgencias.

«El hecho de que en los centros de salud no se atienda en tiempo y forma correcta provoca que algunos pacientes vayan directamente a los hospitales sin haber seguido el filtro adecuado», apuntan desde CSIF, quienes lamentan la falta de personal sanitario en los centros de salud de la provincia, especialmente, en cuanto a pediatras y facultativos se refiere. Y es que los ambulatorios de la provincia, especialmente, los situados en los municipios con una mayor población padecen la escasez de médicos, lo que provoca cupos de pacientes de hasta 1.800 personas, cuando la Conselleria de Sanidad marca, como máximo, la ratio de 1.500.

El departamento de Ana Barceló aún no ha concretado cuántos refuerzos se han incorporado a las plantillas de Atención Primaria en Castellón, dentro del plan especial lanzado para descongestionar los centros de salud. A pesar de los anuncios de la consellera, el principal sindicato médico ya le ha advertido de que no hay personal para cubrir todos los nuevos puestos por la falta de plazas de médico interno residente (MIR) y la marcha de jóvenes facultativos a otras provincias y al extranjero.

Ayer mismo la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, anunció que, en la próxima convocatoria prevista para principios del próximo año, habrá un 10% más de plazas MIR en Medicina Familiar y Comunitaria.