La mala campaña citrícola en Castellón ha provocado que en las últimas semanas se haya producido un incremento de quejas de agricultores ante las organizaciones agrarias por supuestos incumplimientos de los contratos que habían firmado con comercios. Varios de ellos, vinculados a cambios en los precios pactados o a lo que Fepac-Asaja se refirió como «destríos abusivos», acabarán en los tribunales.

Así lo confirmó el presidente de esta entidad, José Vicente Guinot, que alertó de que estas prácticas «han aumentado de forma exponencial durante la presente temporada por las particularidades que ha tenido la misma, con un periodo extenso de lluvias en octubre y la entrada masiva de fruta sudafricana». En cambio, aseguró que el año anterior los agricultores apenas interpusieron denuncias de este tipo.

«Durante el verano se firmaron los primeros contratos y en algunos de ellos se acordó un precio de hasta 21 céntimos, y tenemos testimonios de productores que aseguran que cuando ha llegado el momento de la recolección se ha variado el valor, bajándolo a 15 céntimos», indicó ayer.

Otro ejemplo que han tratado los servicios jurídicos de la organización agraria es el de citricultores que aseguran que habían vendido toda la producción y que, posteriormente, ven como los comercios solo les recogen una parte de la misma.

Guinot animó a los labradores a denunciar si detectan irregularidades, y recordó la importancia de exigir una copia del contrato, pues muchos no pueden ir a los tribunales porque no disponen de documentación.