Las depuradoras que gestionan la Diputación de Castellón y Facsa en los municipios menos poblados de la provincia generaron en el último año cerca de 5.000 toneladas (Tm) de abono, procedentes de fango de «excelentes propiedades» que se utilizó en más de 690 hectáreas de tierras de cultivo.

Es tan solo uno de los datos que desvela el exhaustivo informe de actividad de las plantas en 99 pueblos de menos de cinco mil habitantes de la provincia, facilitado por el diputado del Ciclo Integral del Agua, Ignasi Garcia, quien detalló que «el objetivo para esta legislatura en este ámbito es el de conectar a todos los pueblos a la red integral de tratamiento de aguas residuales».

El último paso será la integración en el sistema del conjunto de las pedanías y puntos poblados aislados, situados en el interior del territorio provincial.

Se trata de una red cuyo coste de mantenimiento, estimado como inversión para evitar los vertidos, es de 5,5 millones de euros. Según Garcia, en estos momentos las depuradoras existentes atienden las necesidades de cerca de un centenar de poblaciones, el equivalente a 63.582 habitantes, mientras que son 1.400 personas de pequeños núcleos las que todavía no tienen este servicio.

En cuanto a las plantas en ejecución, son las de Argelita, Matet, Pavías y Sorita, mientras que el proyecto de la que se instalará en Benafer está en redacción.

evitar contaminación // Otro de los datos llamativos de los que ha informado Ignasi Garcia es que el funcionamiento continuado de las depuradoras evitó el vertido al medio ambiente, tanto de materia orgánica como de sólidos en suspensión, de aproximadamentei 5.000 toneladas, distribuidas entre distintos tipos de materias contaminantes.