En el bloque de las derechas en la Comunitat Valenciana las críticas cayeron ayer en cascada en contra del acuerdo con Podemos y con otras fuerzas territoriales que ha llevado al socialista Pedro Sánchez a convertirse en el nuevo presidente del Gobierno, esta vez sin la coletilla de estar «en funciones».

Para la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, fue «un día muy triste para los valencianos» pues, aseguró, a partir de ahora las decisiones que afecten a la Comunitat Valenciana «no las tomará Ximo Puig», sino en la mesa de diálogo «entre la claudicación de Pedro Sánchez y aquellos que quieren romper España».

«PAGAR LOS FAVORES» // Bonig calificó de «muy grave» lo ocurrido, pues «los herederos de los terroristas y los condenados por intentar romper España» son los que han dado el Gobierno al socialismo, y auguró que no se cumplirá el compromiso de reformar la financiación, pues si hay que «pagar los favores» a Teruel Existe, a canarios, catalanes y vascos, «no va a quedar nada de nada» para los valenciano».

Desde Castellón, el presidente provincial del PP, Miguel Barrachina, aseveró que se va a «multiplicar la labor de oposición ante los malos augurios para la provincia». «Si el socialismo en solitario es capaz de crear paro en su primer año, un Gobierno de socialistas y comunistas va a multiplicar la caída económica en la provincia de Castellón», puso de manifiesto.

«comprar a comunistas» // Para el síndic de Ciudadanos, Toni Cantó, Pedro Sánchez «ha debido de aprender mucho de Ximo Puig, porque ha copiado su modelo de comprar a comunistas y nacionalistas a cambio de ministerios y privilegios con tal de permanecer en la Moncloa».

«Es triste ver cómo entre los presidentes autonómicos que aplauden con alegría hoy la investidura en Madrid está el de la Comunitat Valenciana», dijo Cantó, para quien el PSOE «le va a tomar el pelo una vez más» a Compromís con la financiación autonómica.

En cuanto a la síndica de Vox, Ana Vega, tachó de «pacto de las ratas» la investidura, porque se alía con «comunistas, separatistas, golpistas y los que blanquean el terrorismo», y su adjunto, José María Llanos, dijo que se ha perpetrado la «ignominia».