Tres personas están empadronadas en el antiguo restaurante Ortega Playa desde hace casi un año, por lo que el derribo del edificio que prevé ejecutar Costas cuanto antes, se complica. Según ha podido averiguar este periódico, tres okupas que residen en el inmueble, en ruinas, figuran en el padrón municipal desde el mes de mayo del año 2017.

Un empadronamiento legal, en base a informes policiales, pese a que dichas personas ocupan de forma ilegal el local. La legalidad del empadronamiento se basa en la Resolución de 30 de enero de 2015, de la Presidencia del Instituto Nacional de Estadística y de la Dirección General de Coordinación de Competencias con las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales, sobre instrucciones técnicas a los ayuntamientos sobre gestión del padrón municipal. En el apartado 2.3 recoge que el padrón «es el registro administrativo que pretende reflejar el domicilio donde residen las personas que viven en España. Su objetivo es, por tanto, dejar constancia de un hecho concreto, por lo que, en principio, no debe resultar distorsionado ni por los derechos que puedan o no corresponder al vecino para residir en ese domicilio»; y en el punto 3.3 se especifica que «la inscripción padronal es completamente independiente de las controversias jurídico-privadas sobre la titularidad de la vivienda».

Por otra parte, desde el Ayuntamiento de Castellón explican que no han recibido de forma oficial ningún requerimiento de Costas para desalojar dicho inmueble, y que iniciar el procedimiento para que los ocupantes abandonen el edificio es trabajo que compete a los propietarios del mismo.

La demolición del Ortega Playa, que es todo un referente en la ciudad, es más compleja de lo que cabía esperar el pasado 23 de enero, cuando responsables de la Dirección Provincial de Costas se reunieron con representantes del Círculo Mercantil e Industrial de Castellón -antiguos propietarios del mismo- para comunicarles un derribo inminente que se está alargando por la ocupación.

Cuando esta situación se solucione, Costas hará cumplir la sentencia del Tribunal Supremo dictada en 2015, que dio la razón a la Audiencia Nacional, que, en noviembre del 2014, determinó el derribo por considerar que se trata de una propiedad privada situada en dominio público marítimo terrestre y rechazó el recurso de casación presentado desde el Círculo, que solicitaba no hacer efectiva la demolición.

Con el derribo pendiente del edificio del antiguo restaurante Ortega Playa, la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del Ministerio de Medio Ambiente está analizando otra petición formulada por el Círculo Mercantil e Industrial de Castellón con carácter previo a adoptar cualquier resolución. Esta demanda pasa por conservar el pabellón anexo al Ortega, donde se ofrecen prácticas deportivas relacionadas con el mar. Hoy por hoy, el Club Eolo de Castellón, que tiene la sede en este lugar, tiene unas 80 licencias y es uno de los clubs de referencia en la práctica del windsurf y kitesurf de la Comunitat Valenciana. Tanto es así que este año ya se ha anunciado que será sede del Campeonato de España de kitesurf. La vía legal para poder mantener la actividad todavía no está clara.