Tras un largo periodo de negociaciones entre los ayuntamientos y la empresa estatal Acuamed, las desaladoras de Moncofa y Orpesa entrarán finalmente en funcionamiento «en los próximos días», es decir, antes de la fecha límite del 31 de marzo. De no hacerlo, el Gobierno central hubiera tenido que devolver a la Unión Europea los 35 millones de euros que Bruselas prestó para financiar la construcción de las dos infraestructuras. Estas prisas han provocado que en los convenios transitorios, que entrarán en vigor in extremis si los plenos dan el visto bueno, los consistorios hayan logrado condiciones ventajosas, por lo que las dos instalaciones bombearán agua muy por debajo de su capacidad máxima.

La alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, informó de que la sesión de hoy votará un acuerdo que definió como «muy positivo» para la localidad, pues los gastos se ven reducidos de un millón de euros a apenas 75.000 euros anuales. Y es que el municipio solo utilizará 380.000 litros de los 21,5 hm3 que la infraestructura es capaz de desalar cada año. «En nuestro caso, solo necesitamos agua para momentos puntuales en los que la población aumenta mucho», indicó una primera edila que dijo confiar en obtener apoyos suficientes para sacar el convenio temporal adelante.

También Orpesa ha convocado para hoy un pleno extraordinario en el que se votará el acuerdo con Acuamed. Tal es la importancia para las arcas municipales de obtener el beneplácito de los grupos que se ha convocado una reunión esta misma mañana --previa a la sesión plenaria-- para abordar esta cuestión. También el equipo de gobierno de Cabanes, que todavía negocia un convenio, se reunió ayer de urgencia para abordar la propuesta que tienen sobre la mesa.

En Moncofa, la desaladora también arrancará el bombeo entre hoy y mañana a medio gas, con apenas 100.000 litros anuales (con un coste de 50.000 euros, lejos del millón de euros inicial) ampliables cuando el municipio tenga necesidad. «Así aseguramos el crecimiento industrial y turístico de la localidad», dijo el alcalde, Wenceslao Alós. Tanto en su caso como en el de Xilxes, que ayer aprobó en pleno el convenio, las subidas en el recibo del agua serán mínimas.