Con tensión, aunque con esperanza. Así aguantaron los representantes del mundo fallero hasta que el president de la Generalitat, Ximo Puig, anunció, en torno a las 22.00 horas, la decisión de aplazar la celebración de las fiestas josefinas en toda la Comunitat, como también ocurrió con las de la Magdalena. Puig hizo pública la medida en un tono solemne y consciente de la repercusión que la misma tendrá en la economía de Castelló y de los municipios falleros de la provincia. Las reacciones, aunque con precaución, no se hicieron esperar.

Burriana

En Burriana, la noticia llegó en el inicio de la pleitesía a la reina fallera de la ciudad, Elena Pastor (más información en la página 25). Solo la alcaldesa, Maria Josep Safont, y responsables del consistorio y del sector fallero --con los teléfonos móviles tirando humo-- fueron conocedores de inmediato de la medida adoptada por el Consell, en base a las recomendaciones emitidas por el Ministerio de Sanidad, para evitar al máximo la propagación del coronavirus. La información llegó a las representantes festivas tras el acto.

La munícipe destacó que es «una decisión muy difícil», pero teniendo en cuenta que la situación «también es muy complicada», lo único que pueden hacer «es aceptar lo que han decidido las autoridades sanitarias», recalcó Safont. «Entiendo perfectamente que hay que minimizar los riesgos para la salud, esa debe ser la prioridad», añadió Safont sobre el aplazamiento de Fallas.

Benicarló

Mensaje similar al que transmitió su homóloga en Benicarló, Xaro Miralles, que tras el anuncio de Puig, convocó anoche una reunión de urgencia con los presidentes de las comisiones falleras para abordar el aplazamiento. «Es un trastorno muy grande y una situación que no habíamos vivido antes. Cuesta reaccionar y cuesta tomar decisiones ahora», explicó la munícipe. Al encuentro no faltó ayer el concejal de Fiestas y Fallas, Pedro Manchón, que aseguró sentirse «entre el desaliento de la situación y la necesidad de empezar a buscar juntos, ya mismo, la mejor salida».

Al presidente de la Junta Local Fallera de Benicarló, Fede Guimerá, el anuncio de la Generalitat le pilló «por sorpresa». Desde el organismo acatan la decisión, aunque con cierta resignación. «Lo primero es lo primero y si hay que suspenderlas por el bien común, se suspenden», afirmó.

La Vall d’Uixó

Desde la Vall d’Uixó, su alcaldesa, Tania Baños, se limitó a decir anoche que este tipo de situaciones tienen que asumirse «con responsabilidad» y que, en tesituras como la actual, «hay que estar al lado de las decisiones médicas, del Ministerio y de la Generalitat», comentó. Además, la primera edila anunció que a lo largo del día de hoy convocará a la Junta Local Fallera (JLF) y a los responsables de las ocho fallas para «buscar conjuntamente una alternativa que garantice la seguridad y la continuidad de la fiesta».

Por su parte, la presidenta de la JLF, Iris Talamantes, no ocultó su tristeza por la decisión, aunque matizó que podrían haberla tomado antes porque «ahora las asociaciones ya tienen contratos y pagos hechos», recordó.

Almenara

En Almenara, la munícipe, Estíbaliz Pérez, defendió que aplazar las Fallas es «lo prudente y lo responsable, porque es lo que tocaba hacer». Informan Isabel Calpe, María José Sánchez, Mònica Mira y Miguel Àngel Sánchez.