La comparecencia en Les Corts a petición propia de la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Carmen Montón, para dar cuenta de los hechos denunciados ante Fiscalía sobre la denuncia de los «contratos fraudulentos» en el Hospital Provincial de Castellón, entre 2006 y 2015, vivió ayer momentos de gran tensión cuando varios sindicalistas y representantes de los trabajadores del centro sanitario castellonense fueron desalojados del hemiciclo por protestar y exhibir pancartas desde la tribuna de invitados contra los recortes de la plantilla del centro.

Los representantes de los trabajadores, entre los que se encontraba la responsable de Sanidad de CCOO en la provincia de Castellón, Encarna Barragán, y el delegado del mismo sindicato en el hospital provincial, Amalio Palacios, entre otros, tuvieron que abandonar el recinto pese a que ni la presidencia de la mesa ni ningún otro grupo parlamentario lo requiriera. Los representantes sindicales habían acudido en calidad de «invitados» por Compromís, según aseguraron.

La sesión también se vio alterada cuando el vicepresidente segundo de la Cámara, Alejandro Font de Mora, abandonó el hemiciclo al advertirle el propio presidente, Enric Morera, que no estaba en uso de la palabra.

ACUSACIONES MUTUAS // La consellera recordó en su intervención la investigación abierta por la fiscalía de Castellón sobre las 4.713 facturas presuntamente irregularidades, por importe de 25 millones de euros, emitidas por el Provincial en la etapa de los exconsellers Vicente Rambla, Rafael Blasco, Manuel Cervera, Luis Rosado y Manuel Llombart, según señaló Montón, a lo que añadió que todo ocurrió siendo vicepresidentes del Consorcio Carlos Fabra y Javier Moliner, respectivamente.

Montón señaló que vista la situación del centro y a tenor de las indicaciones de un laudo del tribunal de arbitraje se decidió llevar a cabo la modificación de la plantilla y una nueva relación de puestos de trabajo que «vienen avalados» por un informe externo encargado a la UJI. Para la titular de Sanidad, «lo único que nos mueve es dar estabilidad» y corregir los desajustes.

Los representantes sindicales hicieron ver al hemiciclo su rechazo a los planes de la consellera para el Hospital, a la que acusan de «falta de transparencia», «intentar desmantelar el centro» y tomar decisiones «arbitrarias» a la hora de elegir qué trabajador se va y cuál se queda y «todo sin un estudio que lo justifique».

Finalmente, el capellán a cargo de la capilla del centro hospitalario criticó ayer la decisión de la consellera de usar este recinto religioso como lugar de asambleas de trabajadores que vienen resultando «convulsas», según informa Religiondigital. H