Pasaban escasos minutos de las 19.00 horas cuando los primeros pajes de los Reyes hacían entrada por las torres de San Miguel de Morella. Entre fuegos artificiales, Sus Majestades entraron en la ciudad amurallada, donde fueron recibidos por las autoridades y cientos de vecinos y visitantes, que se quedaron boquiabiertos con el espectáculo de una escuadra de élite de los Magos, que descendió de las torres de San Miguel haciendo rápel y en tirolina.

En los discursos no faltaron palabras para Salvador Ortí, fallecido en agosto, que trabajó durante décadas para que la cabalgata de Morella sea tan completa. La nota romántica del desfile fue la pedida de mano de un novio, que se arrodilló ante su pareja y le dio el anillo de compromiso en el balcón del hotel Rey don Jaime.