Las plazas, recintos e instalaciones taurinas al aire libre podrán abrir en aquellos territorios que estén en la fase 2 de la desescalada con un aforo máximo de un tercio y no más de 400 personas. Así lo pone de manifiesto la orden publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por la que se modifican diversas directrices con el fin de flexibilizar determinadas restricciones de ámbito nacional. Este límite se incrementa en la fase 3 hasta el 50% y no más de 800 espectadores. Esta medida ha sido bien recibida por el mundo del toro en Castellón «porque abre una puerta para retomar los bous al carrer» en la provincia de España en la que más festejos taurinos se celebran durante todo el año.

«Está bien que hayan avanzado a la fase 2 esta medida que estaba contemplada en la 3. Nosotros tenemos previsto entregar este lunes a Emergencias un protocolo sobre las plazas o recintos taurinos portátiles para poder avanzar en una regulación para los próximos meses», señaló ayer el presidente de la Federación de Peñas Taurinas de la Comunitat Valenciana, Vicent Nogueroles.

Y es que en la fase 3, en la que previsiblemente la Comunitat entrará el lunes 15 de junio está previsto que sea la Generalitat la que tome, con la supervisión del Gobierno central, el mando en la desescalada y tenga potestad para decidir sobre determinadas cuestiones. «Nosotros sabemos que el primer paso es realizar festejos en plazas o recintos portátiles», remarcó Nogueroles, quien apuntó que municipios como Vila-real, Onda o la Vall d’Uixó ya se han interesado por disponer de estas instalaciones.

«Salvar la temporada»

El objetivo de la federación pasa por «salvar la temporada», lo cual resulta casi imposible teniendo en cuenta el reguero casi diario de cancelaciones de fiestas patronales, de barrio y de calles, tan típicas durante estas fechas en la geografía castellonense. Sin ir más lejos, entre las últimas localidades que han anunciado la suspensión de sus festejos en los últimos días están la Vilavella y Almenara. «Nosotros pedimos a los ayuntamientos cautela y paciencia, pero sabemos lo complicada que está la situación y lo difícil que resulta», apuntó Nogueroles al respecto.

Entre 3.000 y 4.000 €

Con el objetivo de avanzar en la instalación de recintos portátiles, la federación se reunió días atrás con 12 empresas valencianas de este sector. El precio del alquiler de una de estas estructuras, con todo el montaje incluido, puede rondar entre los 3.000 y los 4.000 euros si se dispone para todo un fin de semana. Por tanto, la amortización de estos recintos depende y mucho del aforo permitido, ya que si son pocas las personas que pueden acceder no resulta rentable para los organizadores.