No por evidente es menos abultado el dato de ocupación hotelera ofrecido por el INE correspondiente al mes de abril. Cero viajeros y cero pernoctaciones en Castellón, pese a las fechas de la Semana Santa. La razón no es otra que el cierre obligatorio derivado del confinamiento de la población. En cambio, las cifras del 2019 fueron de 113.000 viajeros y 314.507 pernoctaciones.

Mientras estas cifras pasan a la serie histórica, buena parte de los negocios ya tienen la vista puesta en el verano. Existen cautelas, por si ocurriera un rebrote de casos en las próximas semanas, pero la intención es prestar servicio a finales de junio, cuando se confía que estará permitido el movimiento de personas entre provincias. José Antonio Casañ, de Benicàssim, mencionó que los meses de julio y agosto «ya puede haber una cantidad suficiente de gente», aunque no pueda haber comparación con otros años. «Hemos tenido muchas anulaciones, si bien ya hemos recibido llamadas de gente interesándose». Incluso ve en esta situación una oportunidad, «con gente que a lo mejor hacía viajes al extranjero y ahora quiera estar en un entorno de playa», que se combinaría con su clientela fija de cada temporada.

DUDAS / Donde hay más dudas es en la capital, donde predomina el perfil del hotel urbano. No hay previsión de congresos o eventos académicos, mientras que los viajes de negocios vinculados al sector industrial siguen detenidos y sustituidos por el teletrabajo. Desde Civis aún no pueden poner fecha, y tampoco se conoce cuándo estarán operativos los establecimientos de NH en la ciudad (Mindoro y Turcosa).

El director general del grupo Intur, Iker Llano mencionó por su parte que ya trabajan en el retorno. «En el caso concreto de Intur Castellón, estamos analizando posibles fechas de apertura», y pone el acento en una de los nuevos alicientes de la campaña estival, «valorando muy positivamente la confianza de Volotea por el aeropuerto de Castellón abriendo vuelos con el de Bilbao; este es uno de los mercados internos más importantes de la costa de nuestra provincia, y también estamos contentos porque esto permitirá a los ciudadanos de Castellón conocer nuestro hotel de San Sebastián», añadió.

El incremento de las normas de seguridad e higiene será uno de los grandes cambios respecto a los años anteriores. En cada negocio ya se barajan normas para garantizar la distancia entre clientes en las zonas comunes, como restaurantes y recepción.

PERFIL / El turista nacional es el principal cliente de Castellón, algo que se potenciará en el verano del coronavirus. A pesar de ello ya se apuntan cambios en el perfil habitual. José Vicente Casañ indica que la gente de mayor edad «al formar parte de los grupos de riesgo, puede que decida no moverse de su ciudad». Por tanto, la edad media será más baja. Otro aspecto que se tiene en cuenta para decidir la fecha de regreso es la evolución de la desescalada en diferentes puntos de España. Muchas localidades cuentan con un visitante fiel de Madrid o Barcelona, que son dos de las zonas más rezagadas en el paso de fases. Algo que retrasaría la oportunidad de moverse desde sus lugares de residencia hasta la costa.

La cancelación de grandes eventos también se dejará notar. Eva Roqueta, de Civis, menciona que «sobre el 15% de visitantes en julio y agosto acuden a festivales, especialmente los de Benicàssim». El FIB ya ha anunciado oficialmente su suspensión hasta el 2021, y se está pendiente del Arenal y el Rototom.