Núria Miró y Rafa Cosín contrajeron matrimonio esta semana en la Ciudad de la Justicia de Castellón. Ella, de blanco, con un ramo de flores, estaba exultante en un día radiante de sol primaveral. La alegría y la emoción podía verse en los rostros de los novios, así como de sus familiares e invitados. Poco imaginaban, cuando planeaban su boda, que iba a desarrollarse en estas circunstancias tan especiales y muy distinta, a buen seguro, de cómo la concibieron, debido a la crisis del coronavirus.

Ambos han podido decir el sí quiero en la fecha elegida. Como explica Núria: «La teníamos desde octubre. No sabíamos qué iba a pasar. Finalmente, la semana pasada nos llamaron diciéndonos que iba a ser el mismo día, aunque con un cambio de hora. En vez de a las 13.00 a las 11.00».

Medidas de seguridad

Aunque han estado con ellos en este día tan especial sus seres más queridos, solo han podido entrar cuatro personas al interior de la sala, con todas las medidas de seguridad que marca la fase dos de la desescalada. Esto es, separación entre ellos y con mascarilla. «No había familia, solo testigos. Ha sido muy rápido», señala Núria, a la que se le ha hecho rara esta situación. A pesar de ello, todos los invitados los esperaban a la salida, para transmitirles toda la felicidad del mundo.

Y no faltaron los besos y los abrazos con todo el deseo de felicidad para esta nueva etapa de su viaje por la vida. Posteriormente, fueron a celebrarlo con una comida con los familiares más cercanos en un restaurante que, precisamente, inauguró su fase dos con ellos. El convite general será en octubre. En el caso de la luna de miel, «nos íbamos a ir a Turquía, pero lo haremos el año que viene», explica Núria.

La de Nuria y Rafa no ha sido la unica boda de esta semana, como publicó ayer este diario, Ana Belén y Gabriel se dieron el sí quiero en el Juzgado de Paz de Almassora.