Posiblemente hubo valientes que ya lo hicieron antes del 15 de marzo. Y también puede que otros lo hayan hecho sin tener conciencia de las normas de desescalada. Pero no fue hasta el lunes cuando, de manera oficial, se pudo tomar el baño inaugural de la temporada en la playa. La afluencia de ayer, primer fin de semana desde que Castellón entró en la fase 2, fue notable en los principales destinos costeros, en una jornada marcada por el fuerte sol y las elevadas temperaturas, que en algunos municipios llegaron a rebasar los 27 grados.

Por el momento solo hay movilidad entre habitantes de la misma provincia, por lo que los usuarios fueron gente de las mismas localidades, aunque también hubo gente del interior que optó por disfrutar de este día.

Si puntos como Peñíscola, Vinaròs o Benicàssim ya contaron con vigilancia y unas primeras reglas de acceso desde el lunes, ayer fue Burriana la que estrenó las novedades, con una unidad de policía de playa y el refuerzo de un dron, encargado de controlar el entorno desde el aire.

INESTABILIDAD / Las previsiones meteorológicas indican que hoy no se repetirán estas escenas, puesto que regresa la inestabilidad propia de la primavera, y se esperan lluvias acompañadas de aparato eléctrico. La Agencia Estatal de Meteorología tiene decretada la alerta amarilla desde el mediodía del domingo y hasta las 6.00 horas del lunes, en toda la provincia, ante la posibilidad de precipitaciones que pueden llegar a ser de 20 litros por metro cuadrado en tan solo una hora. Además, bajarán los termómetros.