El Institut Valencià d’Estadística acaba de publicar una actualización de datos que sitúa a Els Ports como la comarca menos densamente poblada de la Comunitat, con 4,9 habitantes por km2, seguida del Mijares, con 5,61.

Esta situación vuelve a evidenciar el riesgo real de que gran parte del territorio se convierta en un desierto demográfico, pues 89 de los 135 municipios castellonenses no superan los mil habitantes. Castellón está a años luz respecto a Valencia y Alicante. Así, el conjunto de las comarcas castellonenses tienen una población de 86,77 habitantes por km2 frente a los 313,82 de Alicante y los 235,12 de Valencia.

El presidente de la Mancomunidad de Els Ports, Antonio Ripollés, ve un futuro «bastante complicado» para su comarca, pues se ha llegado a un nivel en el que la diferencia entre las defunciones (15,16 por mil) y los nacimientos (6,39 por mil) es tan desmesurada, que la población ya está decreciendo. Teme que esto sea imparable, a pesar de que «nunca antes ha habido tan buena voluntad» como hasta ahora para combatirla. Cita el caso de Cinctorres, que está perdiendo población al ritmo de un 2-3% anual e incluso al 5% en algunos momentos.

Por su parte, el presidente de la Mancomunidad Espadà Millars, Josep Martí, señala que «verdaderamente» este es el gran problema, que «debería estar en la mente de todos, desde el Gobierno central al último alcalde». Y es que los 15 municipios que la conforman han bajado de la barrera de los 4.000 habitantes. No obstante, Martí admite que ahora al menos este reto está en la agenda de Diputación y la Generalitat.

Martí refleja que el Consell está trabajando a nivel interdepartamental para combatir esta lacra, por ejemplo, para evitar que cierren los aularios con pocos alumnos, y en materia de sanidad o transporte. Sin embargo, «un niño tiene que tener escuela y una persona mayor tiene que tener médico, pero los padres tienen que tener también trabajo».

Según Ripollés, muchos jóvenes que dejan la comarca para irse a estudiar difícilmente vuelven. A su juicio «los planes de empleo que saca la Generalitat tienen un alcance temporal, como máximo a un año vista. El sector primario tiene un problema de precios y hay verdaderos problemas para instalarse como ganadero». «La energía eólica podría ser el futuro, pero no se ha impulsado», dijo Ripollés, a quien le preocupa «el estancamiento de la industria en Els Ports».

A su vez, Martí resalta que la Agència Valenciana de Turisme trabaja en la promoción turístico como generador de empleo, ámbito en el que Espadà Millars tiene posibilidades. También, agrega el alcalde de Suera, se podría actuar en materia de impuestos y de dar facilidades a quienes quieran vivir o invertir en estas zonas.

Los munícipes reivindican asimismo mejores comunicaciones, físicas y virtuales. «Se podría impulsar el teletrabajo», señala Ripollés. «Pero no solo las administraciones tienen que estar en esta lucha, también la población tiene que creérselo», dice.

Martí anima a los emprendedores a ver oportunidades de negocio. «Nuestra zona tiene grandes posibilidades y no hay grandes distancias», agrega, comparándolo con quienes viven en la sierra de Madrid. Otra apuesta, afirma, es mancomunar servicios.