La Diputación de Castellón destinará este año 458.000 euros para financiar el equipamiento y mantenimiento de las 55 unidades de respiro familiar que habilitará en la provincia y que ofrecerán este verano atención a más de 750 personas mayores y dependientes de la provincia en sus ocho comarcas.

De este modo, el gobierno que preside Javier Moliner creará «el mayor anillo de asistencia social que haya existido en la provincia, al habilitar una unidad de estas características en todos los municipios de menos de 10.000 habitantes que lo han solicitado». El objetivo, según la diputada de Acción Social, Elena Vicente-Ruiz, es facilitar la conciliación de la vida laboral, personal y familiar de las familias que viven en el mundo rural castellonense y tienen que cuidar personas mayores con problemas de discapacidad física o en fase inicial de deterioro cognitivo».

Además de garantizar la atención social y de crear un espacio para incrementar la autonomía personal de sus más de 750 beneficiarios, la red de respiro familiar, según la diputada, «atajará otro gran problema del interior como es el de la falta de oportunidades laborales, al crear un total de 68 puestos de trabajo».

«Hacemos así de este tipo de unidades un aliado de primer nivel para combatir la despoblación haciendo que decenas de familias», subrayó Vicente-Ruiz.

Este programa está dentro de la campaña Repoblem de la Diputación, que durante el 2017 destina más de 30 millones de euros a implementar políticas que contribuyan a reducir la despoblación rural en Castellón.