El sector turístico de Castellón llega al mes vacacional por excelencia y afronta una campaña estival en la que espera ganar rentabilidad, con unos precios en hoteles ligeramente por encima del año anterior, que reflejan que ha tenido que pasar más de una década para volver a los niveles precrisis. «Es un ligero incremento después de la gran recuperación que se produjo en el 2017 y siguió en el 2018», relata a Mediterráneo el vicepresidente ejecutivo de Ashotur, Luis Martí.

En su opinión, en general tanto en la Comunitat Valenciana como en Castellón la inversión de los turistas en los alojamientos hoteleros se ha incrementado, «pero la provincia continúa por debajo de la media española». Y es que es un destino mucho más económico, en este sentido, «que otros de Andalucía, Cataluña, Madrid o Baleares».

Al respecto, el portavoz de los empresarios turísticos apunta que el efecto positivo se está dando más en la parte hotelera que en la hostelera, «donde todavía queda el reto de conseguir un mayor volumen de consumo». «Lo que nos queda por recuperar ahora --desde el inicio de la crisis económica-- es el gasto», detalla. Y es que las familias viajan con presupuestos ajustados y, aunque reservan una parte para el ocio y «la sensación para este verano es positiva», según Martí, el reservado para extras podría ser mayor. Chiringuitos, restaurantes, heladerías, ocio nocturno, parques acuáticos, salas de escape, excursiones, experiencias, cultura, compras y un largo etcétera conforman un impacto económico que, para los empresarios castellonenses, podría ser mayor y hay que saber aprovechar.

El portavoz de Altur-Hosbec y de Adepla (Ocio de las Playas de Castelló), Alexis de Pablo, opina que el gasto turístico «va por zonas», aunque en general «está más controlado y se ve cierta cautela en el desembolso de las familias que vienen de vacaciones».

Todavía se detectan diferencias entre el perfil nacional, mayoritario, más comedido en los extras y que se reserva para consumir «el fin de semana»; frente al internacional, «que gasta más, pero al llegar un menor número de turistas, su impacto económico se nota menos». Según la encuesta Familitur, el único dato oficial de gasto de turismo nacional en Castellón de este 2019, en el primer trimestre, pese a ser temporada baja, el desembolso se situó en 87 millones, un 46% más.

Respecto a la capital, la presidenta de la Cámara de Comercio, Dolores Guillamón, valora que la situación del gasto es distinta en interior, costa o ciudad. E indica que en Castelló, en agosto, reciben a clientes fieles y asiduos y este verano «sin ser malo, no tiene la alegría del pasado».