Un estudio impulsado por la Universitat Jaume I y la CEU Cardenal Herrera de Castellón ha revelado la detección del consumo de drogas sintéticas, concretamente cannabinoides, en menores residentes en los centros de internamiento de la Comunitat Valenciana a través del análisis de hasta 667 muestras de orina.

El equipo liderado por los doctores Gonzalo Haro y María Ibáñez observa el consumo de estas sustancias en algunos de los menores debido a su menor coste y fácil adquisición y advierte del peligro a largo plazo para ellos.

Uno de los miembros, Abel Baquero, enfatiza que «estos menores desconocían las consecuencias a corto plazo de su consumo a nivel neurológico, respiratorio, cardiovascular o psiquiátrico».

A este respecto, el informe concluye con la necesidad de implementar estrategias de prevención y tratamiento del consumo de drogas sintéticas, así como la formación necesaria entre los profesionales de estos centros para su conveniente tratamiento.

Mientras, para Haro sería recomendable que las autoridades responsables de estos centros, dependientes de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, «tengan en cuenta que la solución no es retirar los permisos a los menores, pues son necesarios para su integración en la sociedad, sino ayudarles a dejar el consumo de cannabinoides sintéticos a través de programas de prevención», señala.