Los peores temores del sector agrícola en Castellón y la Comunitat se confirman. Ayer, la Conselleria de Agricultura informó de la aparición de un segundo brote de xylella fastidiosa en la provincia de Alicante, muy cerca de donde se detectó el primero.

Las alarmas se encendieron de nuevo entre los agricultores de la provincia, al tiempo que se extiende la sensación de que impedir el avance de esta plaga será «muy complicado». Son palabras de Ramón Mampel, responsable de la Unió de Llauradors, para quien la noticia del segundo positivo en la Marina Baixa «era de esperar».

El nuevo brote fue confirmado por el Institut Valencià d’Investigacions Agràries (IVIA) en tres muestras de almendro analizadas en el municipio de Benimantell, a escasos 1.000 metros de la finca de Guadalest donde se produjo el primero. Como se hizo en el anterior caso, se ha declarado un perímetro de seguridad de 10 kilómetros a la redonda considerada como zona tampón de seguridad, y se arrancará todo el material vegetal en 150 metros a la redonda.

Tras conocer la noticia, la consellera, Elena Cebrián, anunció que remitirá al Ministerio de Agricultura una propuesta de financiación de los gastos que se derivan de esta plaga, tanto de los análisis como de las indemnizaciones a labradores. La Generalitat exigirá que la aportación estatal prevista para afrontar esta enfermedad en la Comunitat Valenciana no se produzca «en detrimento del dinero destinado a otras plagas, como la mosca de la fruta, sino que se contemple una dotación que sea específica».

RADICAL OPOSICIÓN // También desde el Comité de Gestión de Cítricos, la patronal del sector, aseguraron que rechazaran «de forma radical» cualquier «recorte» de las partidas que llegan al campo valenciano para combatir esta enfermedad. Fuentes de la asociación afirmaron que esta medida tendría «consecuencias nefastas» en mercados de exportación de cítricos que se consideran «estratégicos», como Estados Unidos, China o Corea. Todos ellos tienen «protocolos estrictos» para evitar la proliferación de esta plaga.

Asimismo, desde el comité aseguraron que la afectación también sería muy importante en los mercados tradicionales, pues de los recortes también podría derivarse «un descenso en la calidad de la fruta producida».