E l mercado laboral de Castellón ha salido de la UCI pero sigue sin estar curado del todo. Arrastra dos enfermedades. La primera es una elevada tasa de paro. Pese a que los datos son mejores que los de hace un año, el 21,4% de la población no tiene trabajo, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), lo que se traduce en 57.700 personas, 4.200 más que en el trimestre anterior. La otra enfermedad es una evidente precarización en el empleo. Porque la temporalidad sigue sin estar superada. Al contrario, cada vez va a más, sin que nadie dé con la medicina que la cure.

Decenas y decenas de profesionales entran y salen como zombies a diario de la Seguridad Social. De enero a abril de este año, de los de los 21.975 contratos de obra y servicio firmados en Castellón, es decir, temporales, 1.669 tuvieron una duración menor a siete días. Es decir, que se firmaron 14 minicontratos al día. Temporeros, albañiles, reponedores, operarios de la limpieza... Ninguno puede hacer planes, pedir vacaciones, ponerse enfermo, pedir una hipoteca al banco o aspirar a cotizar 37 años para obtener una pensión digna. Y, además, comparando el período con la misma etapa del año anterior, los contratos de duración mínima van a más: han crecido un 4% en el último año , o lo que es lo mismo, se han formalizado entre los meses de enero y abril 73 más.

Las relaciones laborales que se acaban en una semana van a más y las que tienen una duración inferior al mes corren idéntica suerte. De los 28.262 contratos eventuales contabilizados en Castellón durante los cuatro primeros meses del año, 18.055 duraron menos de treinta días.

MINICONTRATOS EN VERANO // A las puertas del verano, el momento de mayor intensidad en la creación de empleo, lo lógico es que se incremente el volumen de esta tipología contractual, que se concentra en sectores como la agricultura, la hostelería o la sanidad, al calor de la estacionalidad, como ocurrió el pasado año. En el 2015, hasta mes de junio se firmaron en Castellón algo más de 37.000 contratos de obra y servicio, de los que 2.430 fueron por espacio igual o inferior a 7 días.

Los sindicatos llevan tiempo alertando de la peligrosidad de la extensión de este tipo de contratos y en España ocurre lo mismo. UGT hizo público el pasado mes de marzo un estudio nacional en el que concluía que aunque las empresas que optan por este tipo de empleo pagan una cuota mayor a la Seguridad Social, esta práctica va a más y desde el inicio de la crisis ha crecido 8 puntos.

Ante este panorama, el sindicato reclama un mayor control de la inspección ante la sospecha de que los empresarios abusan de este tipo de contratos pese a que soportan una penalización de más de 10 puntos en la cuota a la Seguridad Social, el 32,09% frente al 23,60%. Además, considera que se debe implantar una justificación previa para las relaciones laborales que vayan a durar menos de una semana. H