El proyecto de la planta de purines de la Salzadella se ampliará a la de Sant Mateu, en desuso desde hace años y escenario de la rave ilegal en la pasada Nochevieja. Tras los buenos resultados obtenidos en la experiencia de la Salzadella, que ha producido más de 500 toneladas de compost para uso agrícola a partir de las 3.000 de alperujo y gallinaza tratadas en los últimos tres meses, el diputado de Residuos y Reciclaje, Ignasi Garcia, y el director General de Calidad Ambiental, Joan Piquer, han alcanzado un acuerdo para ampliar este proyecto en la planta de San Mateu, dando la posibilidad de un incremento en el tratamiento de toneladas de residuos agrícolas y ganaderos.

Todo ello, gracias a la colaboración entre la Administración provincial, autonómica y la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. De hecho, Conselleria ha empezado el trámite para solicitar al Gobierno provincial (titular de la infraestructura) la cesión de las instalaciones, siguiendo el trámite iniciado en la Salzadella, que acogió el plan piloto de agrocompostaje con el que reactivaron el recinto, destinado inicialmente al tratamiento de purines, pero que había estado en desuso los últimos ocho años.

economía circular // De hecho, Diputación estudia fórmulas para dar una solución definitiva a la gestión del alperujo a las cooperativas del Maestrat, tras el problema generado a raíz de la borrasca Gloria, que paralizaba la producción de aceite. Y Garcia apuesta por la economía circular: «No tiene sentido que los agricultores tengan que llevar a tratar fuera un residuo que puede servir de abono para sus campos, reduciendo el coste económico y la huella de carbono».

No en vano, las previsiones de los productores de aceite de oliva apuntan a que la campaña 2020/2021 sufrirá un periodo de colapso en enero. Un estudio encargado por la la Asociación Nacional de Empresas de Aceite de Orujo recoge que la capacidad productiva del sector de tratamiento de alperujo es «claramente insuficiente» y auguran una «segura ruptura de flujo entre el 17 de enero y 7 de febrero, momento en que las balsas quedarían plenamente llenas», lo que ocasionará pérdidas millonarias al conjunto del sector.

Ante este panorama, la institución provincial trata de avanzarse a esta situación a través de las plantas de la Salzadella y Sant Mateu, mientras busca fórmulas para activar las naves en desuso de Albocàsser y Vall d’Alba.