La Diputación de Castellón destinará este año a programas que, directa o indirectamente, contribuyen a fijar la población en las comarcas del interior más de 27,5 millones de euros, indicaron desde la institución provincial.

Se trata de un objetivo prioritario de la institución, cuyo presidente, Javier Moliner, planteó la semana pasada al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, la necesidad de poner freno al drama del abandono en el entorno rural, como ha informado Mediterráneo.

Además del proyecto Repoblem, que incluye diversos bloques de actuaciones como las unidades Respira y suma un total de recursos superiores a 1,1 millones de euros, o las ayudas directas a la natalidad en municipios que tienen menos de 1.000 habitantes, la Diputación considera que otras inversiones como el Plan 135, dotados este año con 12,1 millones de euros, contribuyen a mejorar las condiciones de vida en los pueblos y, por tanto, a impulsar su atractivo como lugar para vivir, añadieron.

Se integran también en este objetivo grandes partidas como las destinadas al servicio de prevención y extinción de incendios (9,1 millones); las inversiones en depuración de aguas (535.000 euros); carreteras de interior (1,3 millones) o el servicio de teleayuda (123.000 euros).

La diputada de Acción Social, Elena Vicente-Ruiz, explicó que «la Diputación de Castellón está destinando ya una tercera parte de sus presupuestos a políticas de cohesión territorial».

Y añadió que una de las priosidades se sitúa en «políticas activas de repoblación, con el firme objetivo de frenar la despoblación de los pueblos del interior de la provincia a través de ayudas, infraestructuras, servicios y oportunidades de desarrollo».