El pleno de la Diputación respaldó ayer la reivindicación vecinal que busca evitar la centralización de los servicios sanitarios y mantener en Castellón algunos como es el CICU --centro de emergencias-- o el banco de sangre, y lo hizo en solitario después de que Compromís, como había anunciado, retirara expresamente su apoyo a la iniciativa. Fue uno de los temas clave de los sucesivos debates planteados en una sesión en la que el tono político y de precampaña electoral se elevó varios grados sobre lo habitual, si bien se suavizó en alguna medida la agresividad de las discusiones.

El presidente provincial, Javier Moliner, quien insistió en que “no se trata de una cuestión política”, hizo hincapié en que “ante un escrito de las tres federaciones vecinales provinciales pidiendo a todos los grupos que nos pongamos de acuerdo en la reivindicación de los mejores servicios sanitarios de Castellón”, el grupo socialista “se pone de rodillas y claudica los intereses de la provincia a favor de los de su partido en el Gobierno valenciano, mientras que Ciudadanos (C’s) no es capaz de posicionarse, Castelló en Moviment minimiza la cuestión y Compromís cede a las indicaciones que su partido le impone desde Valencia”.

Por otra parte, en el pleno en el que, con la abstención de PSPV y C’s, la institución dio su visto bueno definitivo al Plan de Obras y Servicios (POYS) de este año, cuyas bases han sido objeto de recursos por parte de los socialistas que lidera José Benlloch, el empleo centró una parte del debate. Los socialistas insistieron en una moción en la reposición de 500.000 euros en el presupuesto de la Diputación para colaborar con el plan de ocupación coordinado con la Generalitat, en el que los ayuntamientos no tengan que aportar ninguna partida, propuesta que fue rechazada por el PP, con el argumento, entre otros, de que es la administración autonómica la que “no quiere hacer el plan de empleo conjunto”.

educación // En el ámbito educativo, la propuesta del PSPV de que los excedentes del Xarxa Llibres queden en manos de los ayuntamientos para compra de material escolar y ayudas sociales, que contó con el voto contrario de los populares, quienes, a través del vicepresidente de la institución. Vicent Sales, achacaron a los socialistas de pretender que incumplan “una orden que ha emitido su gobierno” porque, aseguró este, la orden especifica la devolución de fondos no usados.

También en el ámbito educativo se enmarcó la propuesta de Ciudadanos para crear un pacto conjunto por la educación, que se centró en la petición de la libertad de elección de centros por parte de los padres, así como la defensa de las ayudas a la enseñanza concertada, que fue aprobada solo con los votos del PP y C’s.

En torno a la práctica totalidad de los temas sobrevoló la dialéctica preelectoral entre el grupo popular y la oposición. En este sentido, las discusiones más vivas se produjeron entre el socialista Benlloch y los populares Sales y Elena Vicente-Ruiz, si bien la portavoz de Ciudadanos, Cristina Gabarda, incrementó la intensidad de sus intervenciones. Su homóloga en Castelló en Moviment (CSeM), Anna Peñalver, se despidió ayer de su escaño, que será ocupado por Iñaki Vallejo.

Ya en los ruegos y preguntas, en los que el síndico de Compromís, Xavier Trenco pidió a Moliner que solicite al Consorcio Hospitalario un informe sobre la parcela de Álex Debón en la Vall d’Uixó. H