La nueva Diputación de Castellón busca coger las riendas de la lucha contra los mosquitos, tras las numerosas quejas en municipios del litoral por las molestias que ocasiona esta plaga, y la inacción mostrada por el Consell. El objetivo es crear un frente común entre ayuntamientos, institución provincial y Consell «para ir de la mano» en la puesta en marcha de tratamientos, que permitan una mayor coordinación y, por tanto, más efectividad y eficiencia.

La primera asignatura pendiente de la Diputación es desbloquear el ambicioso plan provincial contra los mosquitos, que cuenta con un presupuesto de un millón de euros. Como avanzó Mediterráneo, estos tratamientos, pensados para zonas fuera del casco urbano con especial atención a los humedales, se encuentran paralizados por la falta de autorización de algunos ayuntamientos para que los técnicos puedan acceder a sus términos municipales cara a realizar los controles oportunos.

En este sentido, la diputada de Medio Natural y Energías Renovables, María Jiménez, aseguró ayer que todavía no se puede hablar de plazos para reactivar este plan, «porque los técnicos están mirando los mecanismos para resolver este problema». Tampoco concretó cuántos municipios faltan por dar su visto bueno.

Asimismo, la también alcaldesa de Orpesa anunció que va a solicitar una reunión con los responsables en materia de lucha contra los mosquitos de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica «porque la intención es la de trabajar de forma coordinada con la Generalitat Valenciana para conseguir los mejores resultados y poder superar este problema que tantas molestias crea a la ciudadanía».

Torreblanca

Sin duda, uno de los municipios más afectados por la plaga de estos dípteros es Torreblanca, donde vecinos y hosteleros se han movilizado para exigir tratamientos efectivos. En este sentido, desde el Ayuntamiento, mediante un comunicado oficial, aseguraron ayer que no se cumplen las condiciones necesarias para solicitar las fumigaciones aéreas, ya que no hay una eclosión masiva de larvas en el parque natural del Prat, y achacan la plaga a focos en parcelas privadas. Para ello, piden la colaboración vecinal.