La Diputación de Castellón llevará al próximo pleno de diciembre su nuevo modelo de estrategia de gobernanza participativa, con la que se propone contribuir a dar más transparencia en la acción política y promover que la ciudadanía y los ayuntamientos se involucren más en ello a través del uso de las nuevas tecnologías.

La institución que preside Javier Moliner se posiciona, de esta manera, entre las administraciones pioneras en la aplicación de nuevas tecnologías para fomentar un gobierno abierto y participativo en el ámbito nacional. Así, al menos, quedó patente ayer en el transcurso de la II Jornada de Innovación Pública en el Ámbito Local que el gobierno provincial de Castellón ha desarrollado con la participación de ayuntamientos y diputaciones de toda España.

En este foro, el vicepresidente de la Diputación y diputado de Participación, Vicent Sales, señaló ayer que «es una estrategia que nace de la vocación de cambiar la cultura participativa en la que las diputaciones han de sentirse no solo como un elemento cohesionador del territorio y de los ayuntamientos, sino que también tienen que tener una escucha activa hacia la ciudadanía, no solo a través del asociacionismo clásico sino también a través de las nuevas tecnologías».