La Diputación de Castellón analizó ayer el nuevo escenario que se abre tras el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de poner en marcha un plan de desescalada centrado en cuatro fases antes de la vuelta a la denominada «nueva normalidad» y que circunscribe en las provincias el ámbito de actuación.

José Martí advirtió de la importancia de incorporar al día a día de la institución la prevención laboral, la seguridad sanitaria y la desinfección, «que han venido para quedarse». De esta manera, la institución castellonense estudiará la incorporación de material de protección, en los casos en los que se tenga que ir recuperando el trabajo presencial para la atención al público en todas las instalaciones de la Diputación distribuidas por toda la provincia.

En la reunión se dio a conocer un informe de necesidades para la implantación de medidas preventivas en los centros de trabajo de la Diputación, elaborado por el área de prevención de riesgos laborales, encaminadas a garantizar la seguridad de los empleados públicos para proteger su salud y evitar contagios por coronavirus. Medidas que, como destacó José Martí, deben pivotar sobre unas actuaciones de seguridad adecuadas para la prestación del mencionado servicio público.

En este sentido, y antes de reanudar la actividad presencial, independientemente de que la desescalada se realice de manera gradual y progresiva, consideran prioritario adecuar los centros de trabajo y dotarlos con los medios de protección recomendados por las autoridades sanitarias para controlar la amenaza que el covid-19 supone tanto en el ámbito laboral como en el ámbito de salud pública en general.