La Diputación de Castellón completó su trabajo para convertir la provincia en «territorio cardioprotegido» al hacer realidad la geolocalización de los más de 200 desfibriladores que tiene distribuidos en 121 municipios. Para ello, la institución suma a su proyecto a la Sociedad Española de Cardiología, la Fundación Española del Corazón y Cruz Roja Española, con la app Ariadna, que conectará los dispositivos y los voluntarios para hacer más eficaz la atención y la respuesta ante situaciones de emergencia sanitaria.

El presidente de la Diputación, Javier Moliner, firmó el convenio de colaboración que articula la cesión por parte del gobierno provincial de datos relativos a las características y ubicación de los desfibriladores. Moliner agradeció a la Sociedad Española de Cardiología su decisión de participar «del objetivo que la provincia de Castellón se marcó hace un tiempo de ser un territorio cardioprotegido y que pusiera todos los recursos a disposición de la sociedad para atenazar una de las consecuencias que con mayor asiduidad aparece en casos de muertes repentinas».

Moliner destacó que no solo se dotó de desfibriladores todos los municipios que no disponían de este instrumento, sino que ese proyecto fue acompañado «de una apuesta por la formación» para garantizar que su buen uso se traduce en vidas salvadas.

La muerte súbita cardiaca es una de las causas más frecuentes de fallecimiento en los países desarrollados. En España, se producen alrededor de 30.000 casos cada año (más de 82 al día), y se estima que las posibilidades de sobrevivir sin secuelas a una parada cardiaca extrahospitalaria oscilan entre el 5 y el 11% .

«La rapidez con la que se trata al paciente en estos casos es clave, pues por cada minuto que pasa sin actuar, se reduce un 10% la supervivencia», dijo Moliner.