La Diputación de Castellón anunció ayer una modificación del sistema de recaudación de los impuestos municipales que deben pagar los ciudadanos, un cambio que, como explicó el diputado de Hacienda, Santiago Agustí, «busca dar las herramientas a los ayuntamientos para que decidan cuál es el mejor periodo del año para cobrar los diferentes recibos y amortiguar así el impacto económico que pueda estar ocasionando la pandemia del coronavirus en las familias».

La propuesta está dirigida a los consistorios que tienen derivado el cobro de impuestos en el servicio de recaudación de la institución provincial. Por lo que respecta a los recibos que tiene domiciliados los ciudadanos, se ha aprobado retrasar el periodo de cobro. Así, los pagos que estaban previstos para el 21 de mayo se cursarán el 6 de junio; los que debían aplicar el 23 de julio pasan ahora a cargarse el 6 de agosto y, finalmente, los que debían recaudarse el 3 de octubre, se pasarán el 15 de octubre. Por lo que respecta a los ciudadanos que no los tienen domiciliados, el primer periodo se amplió de mayo al 20 de junio. Por lo que respecta al resto del año, se mantiene el calendario previsto.

Asimismo, se da a los ayuntamientos la posibilidad de mover el cobro de tributos en el calendario fiscal del 2020. Consistorios como Caudiel, Vinaròs, Traiguera, la Vilavella, Alcalà de Xivert o Peñíscola, ya se han acogido.